Hace años que aprendí la receta y he de confesar que la hice un montón de veces de forma que cualquier excusa era buena para preparar esta delicia de tres chocolates; creo que me cansé, sí, de hacerla y de comerla aunque reconozco que nos gustaba a todos y que allí donde la llevaba triunfaba. Es verdad también que en poco tiempo se puso de moda y mucha gente aprendió a hacerla pasando a convertirse en uno de los postres más populares y socorridos.
Es una receta sin horno, especialmente adecuada para este tiempo aunque no desluce nada como postre de Navidad. Yo la preparo sin añadir nada nada de azúcar porque considero que es suficiente con el que aportan los chocolates. Y si quiero buscar una virtud más a este postre puedo decir que se prepara de víspera para que se asienten bien las capas lo que es una ventaja a la hora de preparar una mesa de varios comensales en la que el tiempo disponible juega un papel muy importante.
Por tanto hoy, extrañada de no haber compartido antes esta receta, he decidido prepararla de manera tradicional y también utilizando un robot como la thermomix que facilita aún más la elaboración. Ambas formas son igualmente sencillas y precisamente por eso es una tarta exitosa, porque se prepara en un momento y resulta mejor que bien.
Para presentarla podemos mantener la forma más tradicional que se obtiene utilizando un molde redondo y desmontable de 23 cm o bien presentarla en raciones individuales en vasitos o en tarros. El adorno es a gusto de la repostera, chocolate en virutas, frutos secos rallados, perlas de chocolate, frutas rojas o incluso flores adornarán esta riquísima tarta y ayudarán a que nuestros comensales no dejen ni una miga del postre.
Ahí va mi receta.
Raciones: 8
Tiempo de preparación: 30 minutos
Montaje: 5 minutos
Nevera: de 4 horas a toda la noche
INGREDIENTES
Para la base:180 g. de galletas maría (o digestive o una base de bizcocho)
100 g. de mantequilla
Para la tarta:
180 g. de nata (crema de leche) (35% de grasa)
180 g. de leche entera
150 g. de chocolate negro
1 sobre de cuajada
Segunda capa:
180 g. de nata (crema de leche) (35% de grasa)
180 g. de leche entera
150 g. de chocolate con leche
1 sobre de cuajada
Tercera capa:
180 g. de nata (crema de leche) (35% de grasa)
180 g. de leche entera
150 g. de chocolate blanco
1 sobre de cuajada
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Triturar las galletas en una picadora o bien introducirlas en una bolsa y machacarlas con un rodillo hasta que estén hechas migas.Derretir la mantequilla y añadirla a las galletas trituradas mezclándolo todo bien.
Forrar el molde elegido (yo, uno de 23 cm) con papel en la base.
Echar la masa de galletas y aplastarla con la mano hasta que esté la base bien uniforme.
Si toda la mezcla de galletas nos parece mucho echar menos, eso es a gusto.
Guardar en la nevera.
En un cazo poner la nata (crema de leche), la leche, el chocolate negro troceado y el contenido del sobre de cuajada.
Calentar a fuego medio e ir removiendo con una varilla para que no se nos pegue.
Cuando vaya a romper el hervor retirar el cazo del fuego y sacando el molde preparado de la nevera, ir echando despacio la crema de chocolate negro sobre la capa de galletas.
Meter de nuevo el molde a la nevera.
Ahora se prepara la segunda capa de chocolate con leche y se procede de la misma forma que en la primera.
Se saca el molde de la nevera y se deposita despacio la capa de chocolate con leche sobre la de chocolate negro.
Se vuelve a meter en la nevera.
Ahora es el turno de la capa de chocolate blanco por lo que procederemos de la misma manera, limpiando el cazo, o utilizando uno diferente para que no se nos oscurezca la mezcla.
Sacar el molde del frigo y echar la mezcla de chocolate blanco sobre la capa anterior.
Meter en la nevera y dejar reposar un mínimo de 4 horas, mejor si se hace de víspera y reposa toda la noche.
Adornar con chocolate rallado, en virutas, almendras o avellanas picadas
PREPARACIÓN EN THERMOMIX
Echar las galletas en el vaso y triturar 10 segundos a velocidad 6.Añadir la mantequilla derretida sobre las galletas para que se mezcle todo.
Forrar un molde, en este caso de 23 cm, con la mezcla de galletas y mantequilla aplastándola con la mano para que resulte bien lisa.
Reservar en la nevera.
Triturar el chocolate negro 10 segundos, V5. Añadir la nata (crema de leche), la leche y el contenido del sobre de cuajada. Poner 7 minutos, 100º, V5.
Echar esta mezcla caliente sobre la base de galletas que teníamos en la nevera. Volver a guardar en frío.
Para la segunda capa repetir el paso anterior utilizando el chocolate con leche.
Verter la mezcla sobre la capa anterior que teníamos en la nevera. Volver a guardar en frío.
Para la última capa, lavar bien el vaso y proceder igual que en los pasos anteriores pero con el chocolate blanco.
Verter esta última capa sobre el preparado anterior y meter en el frigorífico al menos durante 4 horas.
Adornar con chocolate rallado, en virutas, almendras o avellanas picadas
Más cosas
Aconsejo usar una buena marca de chocolate para que el resultado sea bueno de verdad.La forma del molde a utilizar puede ser la que se quiera o tengamos a mano; yo he utilizado un molde redondo muy estándar de 23 cm.
La base de esta tarta está hecha con una mezcla de galletas maría y mantequilla que verdaderamente queda muy rica pero se puede utilizar también un base de bizcocho o simplemente restos de bizcochos o magdalenas que nos hayan quedado y que colocaremos más o menos ordenadamente en la base que recogerá las capas de chocolates. Con el calor y la humedad de la mezcla el bizcocho se humedece y se unifica de forma que se obtiene una base uniforme pero diferente a la de galletas.
La nata (crema de leche) a utilizar es la que tiene un porcentaje de 35% de materia grasa, es decir, la que se usa para montar aunque en esta receta no es necesario montarla.
Está de moda presentar tartas en vasitos; es una opción bonita y cómoda. Para prepararlos se procede de la misma forma que para preparar la tarta grande con la ventaja de que en vasitos se cuaja antes.
¡Ah! El orden de las capas es el que tú,lector,elijas; blanco abajo o en medio o como yo, coronando. No olvides, eso sí, limpiar el vaso o cazo antes de preparar la capa blanca.
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