Como ya he comentado en mis redes sociales, he sido seleccionada por Youzz para participar en su nuevo proyecto del Atún claro Calvo ligero.
Según anuncia la propia marca, lo novedoso de este atún es que tiene la mitad de grasa que una lata de atún normal pero conserva el sabor y todos sus beneficios. Si me seguís hace tiempo sabréis que no suelo hacer el blog partícipe de este tipo de proyectos, sin embargo me pareció que este producto cuadra muy bien en la filosofía de mi recetario y por eso decidí pensar una receta para incorporarlo aquí, y éste ha sido el resultado.
Mi primera impresión al abrir la lata fue de sorpresa, ya que apenas tiene aceite "libre", ése que al menos yo, suelo escurrir. Claro, si han quitado la mitad de las grasas, de algún sitio tenían que hacerlo. Cuando desmenucé el atún con el tenedor me pareció que estaba muy seco, lógico también porque no está inmerso en aceite. Al probarlo en la ensalada, me gustó mucho su sabor y como la había aliñado con aceite de oliva como hago siempre, dejé de notarlo tan seco. En definitiva, se nota la reducción de las grasas en la jugosidad del atún, pero si como yo sois de las que escurrís el aceite que las latas traen normalmente para sustituirlo por vuestro aceite de oliva preferido... Entonces os encantará esta alternativa más ligera.
Y una vez hechas las presentaciones os dejo con la receta, ¡espero que os guste!
Ingredientes:
- 1kg de tomates
- 125g de quinoa
- 3 palitos de cangrejo
- 2 latas de atún claro Calvo ligero en aceite de girasol
- Mayonesa de dieta de María Rojo (Chatidieta)
- 125g de queso fresco
- 1 cucharadita de mostaza tradicional (la que tiene los granos)
- 1 cucharada y media de aceite de oliva
- Sal
- Unas gotas de zumo de limón
- Alga Wakame deshidratada (opcional)
Lo primero de todo es cocinar la quinoa, para que a la hora de mezclarla con el resto de ingredientes ya se haya enfriado. Para cocerla correctamente tendréis que seguir los pasos que os indique el envase que vayáis a utilizar. Yo en este caso utilicé por primera vez unas bolsitas de quinoa precocida y congelada que se hacen en un par de minutos al microondas. Las veces que he comprado la quinoa en grano seco me ha resultado muy engorroso el tema del lavado y tanto esta alternativa como la de los vasitos de microondas me parecen muy prácticas, sobre todo para esas veces que tienes que improvisar algo rápido.
Una vez cocida la quinoa, me daba la sensación de que estaba muy acuosa, y se me ocurrió añadir un poco de alga Wakame desmenuzada para que absorbiese ese exceso de agua y realzase el sabor a "mar" que quería que tuviera la ensaladilla. Ya que el alga tiene un sabor muy fuerte os recomiendo añadir muy poca cantidad si no queréis que sea el único sabor que sobresalga. Como la quinoa estaba caliente y tenía agua en exceso, sólo tuve que tapar el recipiente y el alga se hidrató ella sola mientras que la quinoa se enfriaba.
El siguiente paso es ocuparse de los tomates. En este caso elegí esta variedad porque me gusta mucho su sabor y tenían un buen tamaño para rellenarlos.
Lo primero de todo es lavarlos muy bien. Después con ayuda de un cuchillo se corta la tapa de arriba y se va vaciando el interior con cuidado de no romperlos, en mi caso lo hice con una cucharilla de café.
La carne que saqué del interior de los tomates la aproveché para dos cosas. Una parte la piqué en trozos pequeños para añadirla al relleno y la otra la trituré para aprovecharla en tostadas u otras preparaciones.
Y hasta aquí lo más complicado de la receta, el resto es coser y cantar. El siguiente paso es mezclar en un recipiente la quinoa con el alga, los palitos de cangrejo y el tomate picados muy pequeños y las dos latas de atún (reservando un poco para la decoración final).
Y una vez listo el relleno sólo nos falta un detalle. Cuando pensé en la receta no paraba de darle vueltas a qué utilizar para que el relleno estuviera más ligado y jugoso. La opción obvia era usar mayonesa, pero me parecía que no era un ingrediente muy adecuado para la temática de esta receta. Entonces me acordé de la receta de "Mayonesa de dieta" que la nutricionista María Rojo tiene en su página Chatidieta (podéis ver la receta original aquí) y me pareció una opción estupenda para completar esta receta mía. Así que preparé la salsa según sus instrucciones y la incorporé a mi relleno.
Tras éste último paso no pude evitar probarlo y me encantó el resultado. Es una perfecta ensaladilla con sabor a mar mucho más ligera que en su versión original, ahí os dejo una idea para este verano ;).
Por último sólo queda rellenar los tomates con la mezcla que hemos preparado...
...y añadir un topping de atún y cilantro seco como toque final. Espero que os guste el resultado, ¡a nosotros nos encantó!
Bon Apetit!