El primer paso es pelar las almendras (a no ser que necesites una harina integral, en ese caso no es necesario).En una cacerola se hierve agua, se apaga el fuego y enseguida se introducen en ella las almendras
luego de dos minutos se pasan a un colador y se enfrían bajo el chorro de agua
se ponen sobre un paño de cocina limpio
se hace una especie de saquito y se frota con las manos para que se desprendan las cáscaras
abrimos el paño y habrá algunas peladas
separamos aquellas que están sin piel y las cáscaras y repetimos lo anterior hasta terminar con todas
Para secarlas, se ponen extendidas en una bandeja y se llevan a horno precalentado a 110°C por 10 minutos
así quedan una vez salidas del horno, no se altera su color y ya están listas para ser molidas
se vierten en las procesadora y ésta se activa con golpes cortos de 10 segundos y descansos entre medio para enfriar la mezcla, esto es necesario porque la fricción aumenta la temperatura, si no lo hacemos podemos obtener una pasta en vez de la textura de harina que buscamos
la pasamos por un cernidor y aquellos granos más gruesos que no pasan por el colador se vuelven a la máquina para repetir el proceso
Así queda finalmente, lista para usar en ricas preparaciones
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