Hoy no os dejo una receta. ?El día 30 de abril fue nuestro aniversario de boda. El décimo!! Habíamos hablado de hacer un mini viaje, pero luego me di cuenta de que nos íbamos a gastar una pasta y luego cuando llegara el momento de las vacaciones de verano nos tendríamos que quedar en casa. Así que cambié los planes! Decidimos dejar el viajecillo para el verano y nos vamos los tres, y el 30 nos regalaríamos mutuamente una cenita de esas guays, en uno de los restaurantes de moda de Barcelona.
El restaurante en cuestión es el Ikibana que está en el Paralelo. Uf! sólo con nombrarlo ya se me hace la boca agua! Es una fusión de cocina japonesa y brasileña. La decoración, como veis en la foto es una pasada y los camareros super atentos pero sin agobiar, que es lo que más me molesta a mi!. Ah! Y había hasta una disc jockey!!
Nos sentaron en una mesa para dos. Alta, con forma de hoja y con unos taburetes con respaldo muy cómodos, nos trajeron la carta y tras un brevísimo vistazo, y eso que hay muchos platos, cerramos la carta, volvió uno de los camareros y le pedimos un menú degustación. Nos dijo que era una buena elección y que en un momento empezaríamos a tener platos en la mesa.
Y llegó el primero:
Oh! Oh! Esto que es lo que es????? Me sentí analfabeta total! Que no, que no listillos! no son judías!!! Son judías de soja. Y cuando te metes la primera a la boca (con palillos, porque cubiertos no había) resulta que la vaina está dura. ??????? Sólo se come lo de dentro??? Las miradas entre los dos eran para grabarlas. Mi marido decía que igual era decoración. DECORACIÓN???? pero si entra en el menú!!!!! jajaja. Entonces llegaron más platos y empezamos a degustarlos. Unos langostinos en tempura, estos uramakis de tártar de salmón y los de al lado de anguila ahumada...
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Llegaron a recoger los platos vacíos y entonces nos dice el camarero. Chicos! me llevo esto?? Uyyyy! Pero si está muy lleno!!! Caras de tontos/ risas. Mmmm, es que tenemos un problemilla con esas judías... Cómo se comen????? jajajajaja. Y el camarero, sonrisilla: Tranquila, mira sólo tienes que cogerlas por el culillo y pasarlas por la boca para que caigan los granos. Así te llevas la sal marina y el contraste es muy bueno.- Ohhhh! muchísimas gracias!!!
Y me encantaron!!!!!
Pero seguían trayendo platos a cada uno más bueno. Esta es la foto de uno de los que más nos sorprendieron. Un bacalao negro con langostinos y pulpitos sobre un lecho de feijoada. Buuuuuuf!??
El bacalao se deshacía en la boca, pero entonces apareció el entrecot de Wagyu y entendimos porque lleva la fama de ser la mejor carne del mundo. Es espectacular!!!!
Ya sólo nos quedaba los postres. Trajeron dos muy diferentes pero deliciosos os dejo este cremoso de caramelo y miso con helado de chocolate con leche y cristal de miel. SIN PALABRAS!
Y ahora que os he puesto los dientes largos, sólo me queda deciros que fue una noche genial, que estoy deseando que llegue el undécimo aniversario (que también pasa sólo una vez) y que si tenéis la oportunidad vayáis a este maravilloso restaurante.
Fuente: este post proviene de La Flor del Melocotón, donde puedes consultar el contenido original.
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