Es un plato que se consumía en nuestro país hasta comienzos del siglo XX y que con la llegada de la corriente inmigratoria europea, su consumo fue menguando y dicho plato se fue desplazando por otros nuevos que se fueron incorporando a la gastronomía argentina.
Aun así, cabe decir que la mazamorra continúa siendo un plato muy habitual en gran parte del interior argentino, sobre todo en la región de Cuyo y en el Noroeste argentino.
Esta receta que hoy comparto ” la receta” que me fue transmitida por mi mamá y que a ella se la enseñó su madre doña Celia y que hace las delicias cada vez que la prepara en estas fechas tan patriotas, la elaboración no es complicada pero requiere paciencia y mucho ojo para que no se nos queme y arruine pero vale la pena probarla de hacer.
Ingredientes para porciones 4 aproximadamente:
Maíz blanco pelado picado o pisado 250 gramos
Azúcar 150 gramos
Agua 2 litros
Bicarbonato de sodio media cucharadita
Cáscara de naranja a gusto.
Comenzamos la noche anterior poniendo en remojo el maíz en un recipiente con abundante agua.
Al otro día escurrir el maíz y enjuagarlo 3 a 4 veces con agua.
En la cacerola, olla o recipiente que vayamos a utilizar para la cocción verter los dos litros de agua y a continuación el maíz. Llevar a ebullición a fuego mediano removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera. Una vez que hierve bajar el fuego a mínimo y seguir revolviendo de vez en cuando.
Cuando haya pasado una hora de cocción se agrega el azúcar y si… seguimos removiendo con la cuchara de madera para que no se nos pegue.
Dejaremos cocer por media hora más, siempre removiendo de vez en cuando , unos 10 minutos antes de finalizar la cocción le incorporaremos la media cucharadita de bicarbonato de sodio y las cáscaras de naranja ( que le dará a la mazamorra ese toque de sabor tan especial).
Apagar el fuego y verter la mazamorra en el recipiente que tengas. Notarás que se forma en la superficie de la misma una especie de gelatina muy característica de la mazamorra no pienses mal.. hay gente que no le gusta y se lo retira y hay otras que nos encanta tal cual. Eso va en el gusto de cada uno.
La manera más tradicional de disfrutarla es caliente, pero también podés probarla fría , con leche ( fría o caliente), con un chorrito de miel de caña, con canela etc.
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