La Saciedad Secreta, un club muy selecto de Burgos

Saciedad Secreta


No se trata de una orden de templarios, ni una masonería, sino de un restaurante cuyo nombre es Saciedad Secreta. ¿Quieres pertenecer a ella? Pues continúa leyendo y no te pierdas este club selecto solo apto para foodies. 

Dicen que para poder acudir a la Saciedad Secreta uno de sus miembros debe invitarte previamente. Después, tienes que pasar todo un ritual de iniciación en el que debes despojarte de tu identidad al entrar por el umbral de su puerta y despedirte de la realidad tal y como la conoces. 

La carta de la Saciedad Secreta
Bromas aparte, lo cierto es que conocí la Saciedad Secreta gracias a una de mis burgalesas preferidas. Martita nos llevó a toda la pandilla (con las que también fui al Hammmbur o La Jamada) a conocer este sitio y a mí personalmente me encantó.

Ubicado en la Plaza Vadillos, su decoración recuerda a otra época y puedes sentarte o bien en mesas altas, o si lo prefieres, en mesas bajas de todas la vida. Estas últimas están en un salón al fondo del restaurante, mientras que las altas se ubican al lado de la barra. 

Patatas bravas.


Comenzamos nuestra visita con las típicas patatas bravas, seguidas de una croquetas de jamón y unas bolas de risotto de boletus y espárragos trigueros. Con estas tapas picoteamos un poco, algo para compartir. Tened en cuenta que fuimos a cenar.

Croquetas de jamón


Bolas de risotto, espárragos trigueros y parmesano


Después optamos por platos un poco más elaborados como fue el arroz negro y el pescado. Ambos deliciosos, lo que más me gustó de todo los platos es que al principio decíamos todas:

Va a ser muy poco, vamos a pedir más.

Pero el camarero, que nos escuchó, nos dijo:

Está bien así, de verdad.

Porque aunque parece poco, en realidad, los platos tienen tantos ingredientes, que al final te llenan muchísimo. Sinceramente, a mí me encantó todo, yo regresaría sí o sí.

Arroz negro


Como no iba a ser menos, también hubo postres. Por un lado, pedimos torrija caramelizada y cremoso de chocolate negro 70% y por otro, un postre de chocolate y plátano, que no recuerdo muy bien su nombre. En mi opinión, los dos estaban muy buenos, pero la torrija estaba especialmente deliciosa.

Torrija caramelizada


Postre de chocolate y plátano


Sinceramente, me gustó mucho el rollito de la Saciedad Secreta, por eso os lo recomiendo. Se trata de un restaurante con una cocina curiosa, que juega mucho con los ingredientes y que al final consiguen platos riquísimos. Así que aquí os dejo mi valoración.

  Comida

Servicio

Presentación

Emplazamiento

Promedio

 


Fuente: este post proviene de Azúcar y Orégano - El recetario gastronómico 2.0, donde puedes consultar el contenido original.
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