Hace tiempo que tenía ganas de probar esta receta que es entre bizcocho y pan al ser salado. Aunque se puede tomar solo, yo os recomiendo acompañarlo con un poquito de tomate triturado, como tostada con aceite de oliva o a modo de bocadillo con lo que más os guste o incluso pizza. Si no tenéis tomates secados al sol, podéis prescindir de ellos tranquilamente.
En un cuenco batimos los huevos, añadimos, el azúcar, sal, pimienta y hierbas tales como orégano, tomillo etc. Vertimos la leche y aceite de oliva y batimos.
Incorporamos al cuenco las aceitunas y tomates secados al sol (estos troceados) previamente enharinados en un bol. Añadimos la harina restante tamizada y mezclamos.
Precalentamos el horno a 180 º. Engrasamos el molde (o el papel como hago yo) con un poco de aceite y vertimos la mezcla. Horneamos el bizcocho a 180º durante 45 minutos. Bajamos la temperatura a 160º y horneamos durante otros 15 minutos más hasta que esté dorada o el bizcocho suba.
Retiramos, dejamos enfriar y desmoldamos. ¡Listo para degustar en un desayuno, merienda o picoteo!
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