Volvemos de nuevo a nuestra parcela de recuerdos gastronómicos, aquellos que permanecen en nuestra memoria desde niños. Y es que, ¿quién no se ha comido un bocadillo de nocilla? Ahora nuestros niños tienen de todo, y para ellos a lo mejor tomarse un bocadillo de nocilla no supone nada especial, pero en nuestra época era lo más parecido a una merienda de fiesta. Aún no había preparado esta receta en casa, aunque llevo años viéndola por los blogs. Si tienes Thermomix es más fácil y cómoda de preparar, aunque sin ella también podemos hacerla. He preparado la receta de Velocidad Cuchara, cambiando el aceite de girasol que le pone Rosa por el aceite de oliva virgen extra que he preferido poner yo.
INGREDIENTES:
100 gr. de avellanas
150 gr. de azúcar blanquilla (o azúcar morena)
100 gr. de chocolate negro postres
100 gr. de chocolate con leche postres
100 gr. de chocolate blanco postres
200 gr. de leche entera
150 gr. de aceite de oliva virgen extra (la receta original lleva aceite de girasol)
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos antes de empezar con la elaboración de la receta es tostar ligeramente las avellanas. Podéis hacerlo en el horno o en la sartén, yo prefiero esta última opción porque así controlo mejor que no se tuesten en exceso.
En Thermomix: Trituramos las avellanas y el azúcar 15 segundos a velocidad 10. Añadimos los chocolates y trituramos 20 segundos en velocidad 9. Agregamos la leche y el aceite y programamos 7 minutos a temperatura 50, velocidad 4. Pasado este tiempo ya tendremos lista la crema. Añadimos a uno o dos botes, y esperamos que se enfríe.
De forma tradicional: Trituramos con una batidora las avellanas ya tostadas y el azúcar, añadiendo la leche para que sea más fácil el triturado. Ponemos en un cazo a calentar al baño María la mezcla y añadimos el aceite y los chocolates y vamos derritiendo a muy baja temperatura. Cuando ya esté todo bien integrado vertemos la mezcla en los botes y esperamos que se enfríe totalmente antes de introducir en la nevera.
Aguanta perfectamente en la nevera dos semanas, y congela bien, por lo que si queréis podéis congelar uno de los tarros.
Feliz lunes.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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