Hoy os enseño a preparar una riquísima tarta de queso, algo diferente de las habituales, ya que lleva dentro pasas, un toque estupendo que hará las delicias de los amantes de las pasas. Es una receta de tarta de queso que además lleva entre sus ingredientes leche condensada y almendra molida. Toda esta combinación de ingredientes es perfecta y da un resultado espectacular. Ya sabéis que en el blog tengo muchísimas tartas de queso, ya que en casa son las preferidas de la familia. Las hay sin hornear, horneadas, con distintos quesos, con distintas bases, con distintas coberturas, pero todas con una cosa en común y es que están deliciosas. No sabría decidirme por una en concreto, y si a vosotros os pasa podéis empezar a probar por la primera y acabar por la última, no os arrepentiréis. Os dejo el enlace a todas las tartas de queso publicadas en el blog aquí.
Yo he batido la mezcla a mano pero podéis usar una batidora tipo americana para hacerlo con la que estas mezclas quedan deliciosas. Y si aún no tienes batidora americana, en blogs como este lo tienes fácil para elegir. Os aconsejo que os hagáis con una ya que yo, normalmente, suelo hacer todos los batidos y mezclas para tartas y bizcochos con ella. Es un electrodoméstico muy versátil.
INGREDIENTES:
500 gr. de queso mascarpone
50 gr. de pasas sin pepitas
50 gr. de almendra molida
390 gr. de leche condensada
4 huevos
1 chorrito de coñac
PREPARACIÓN:
Para la elaboración de la tarta necesitaremos un molde desmontable de 18 cm. de diámetro. En la base pondremos papel de vegetal o de hornear y en los laterales ponemos spray desmoldante para que el desmoldado se realice sin problema.
Lo primero que haremos será batir los 4 huevos, añadimos el queso mascarpone y seguimos batiendo. Añadimos el chorrito de anís y la leche condensada, seguimos batiendo hasta integrar todo. Por último, añadimos las almendras molidas.
En caso de tener una batidora americana lo que haríamos sería introducir todos estos ingredientes anteriores y batir hasta conseguir una mezcla uniforme. En caso contrario añadiremos y batiremos en el orden que os he puesto.
Ahora rebozamos las pasas en un poco de harina (eso se hace para que floten dentro de la mezcla de la tarta y no se vayan todas al fondo del molde).
Una vez que retiremos el exceso de harina de las pasas lo que haremos será añadir a la mezcla de la tarta y vertemos en el molde. Damos unos golpecitos en el molde para que la mezcla se distribuya bien y horneamos en el horno precalentado previamente a 190 grados durante aproximadamente 50 minutos.
Una vez haya pasado este tiempo dejaremos la tarta en el horno durante aproximadamente unos 10 minutos, con el horno apagado y la puerta entreabierta. Así evitaremos que la tarta pierda temperatura bruscamente y se baje demasiado. Este es un truco que realizo con casi todas las tartas de queso, porque, aunque es inevitable que se bajen, siempre quedan más bonitas sin ese cambio brusco de temperatura.
Una vez pasado el tiempo de reposo en el horno sacamos y dejamos reposar sobre una rejilla hasta que se enfríe. Después introducimos en la nevera durante unas horas o de un día para otro.
A la hora de servir sacaremos de la nevera. Desmoldamos con cuidado y ponemos en el plato de servicio. Espolvoreamos con azúcar glass por encima.
Podemos decorar con flores naturales como he hecho y unas hojas de menta o hierbabuena o decorar con frutas o chocolate. De cualquier manera, esta tarta está riquísima.
Ahora os comento algunos tips o consejos para que esta tarta os quede a vuestro gusto:
Si no queréis poner el chorrito de coñac podéis prescindir de él y sustituir por la misma cantidad de leche o por algún otro licor que os guste.
Las almendras molidas le dan un toque muy rico a la tarta, pero si no queréis ponérselas podéis poner una cucharadita de harina o Maizena para sustituirla.
Y en cuanto a las pasas, son parte protagonista de la tarta, pero no a todo el mundo le gustan, por lo que si tampoco queréis ponérselas las quitaríamos sin más, sin necesidad de ponérselas.
En caso de prescindir del coñac, almendras y pasas, la tarta se convertiría una tarta de queso mascarpone, y para darle un poco de alegría podríamos sustituir el azúcar glass por mermelada de vuestro gusto. Al igual que el azúcar glass la mermelada la añadiríamos después de desmoldar la tarta.Bueno, pues espero que con la receta y estos consejos que os he dado al final podáis hacer esta riquísima tarta y disfrutar de un buen trocito.
Espero que paséis un estupendo día.
Lidia de la O.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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