Esta tarta de queso crema, leche condensada y piña, si la comemos bien fresquita es un maravilla.
Es estupenda para tomarla como postre ahora que llega el buen tiempo, ya que es muy suave y refrescante. Se hace en poco tiempo y no necesita horno.
Es una de las primeras tartas que puse en el blog, las fotos no le hacían justicia y había llegado la hora de reeditarla.
Espero que os guste tanto como nos gusta a nosotros.
Ingredientes para un molde de 22-25 cm:
- Un bote pequeño de piña en almíbar
- Una tarrina de queso tipo philadelphia (250g)
- Una lata pequeña de leche condensada (397g)
- 50 ml del zumo de la lata de piña
- 26 galletas maría o similares
- 100g de mantequilla aproximadamente
- 50 ml de zumo de limón natural
- Cerezas en almíbar para decorar
- rodajas de piña para decorar
Se trituran las galletas y se mezclan con la mantequilla derretidas, se ponen en el fondo de un molde que no sea desmontable. Esta tarta no se puede desmoldar porque la crema no se endurece mucho y se baja en poco tiempo. Mejor ponerla en un molde de cristal.
En el vaso de la batidora se pone el queso, la leche condensada, el zumo del limón y el caldo de la piña. Se bate lentamente para que no se corte, debe quedar una crema espesa. Se pone encima de las galletas y se mete en el frigorífico al menos 4 horas.
La adornamos con las rodajas de piña y cerezas en almíbar.
¡¡Está muy rica!!
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