Bueno, a ver por donde empiezo. Esta tarta no debería llamarse así, debería llamarse "tarta de caramelo y chocolate". Tampoco debería tener este aspecto, pero es que no ha salido como debía.
Vi la tarta de caramelo y chocolate en Julia y sus recetas, pero no me ha salido igual. No sé porqué. He seguido sus pasos. Las únicas variaciones son las cantidades (las doblé para una tarta más grande) y el método, yo usé thermomix.
Por lo demás es lo mismo. Así que me he visto obligada a bautizarla de nuevo y a ir introduciendo cambios en el proceso, a medida que veía que no salía igual.
De todas maneras, la tarta que me ha salido es un lujazo. Que no sea como la de Julia, no significa que no se pueda comer. Al contrario, me la comería entera. Leche condensada y chocolate... menuda mezcla.
Os dejo la receta como yo la he hecho, ya habéis visto mi resultado. Si queréis probar la receta original, dirigíos al enlace que os he puesto más arriba. Igual tenéis más suerte que yo...
INGREDIENTES:
BASE:
300 gr de galletas digestive.
120 gr de mantequilla blanda.
RELLENO:
400 gr de leche condensada.
3 cucharadas de miel.
2 cucharadas de mantequilla.
3 hojas de gelatina
COBERTURA:
150 gr de chocolate negro para fundir.
200 ml de nata (crema de leche) para cocinar.
50 gr de mantequilla.
1 cucharadita de maizena.
PREPARACIÓN:
Primero trituramos las galletas 10 segundos a velocidad 5-10.
Añadimos la mantequilla y mezclamos 10 segundos a velocidad 4.
Sacamos esta mezcla y la extendemos sobre un molde desmoldable al que le habremos puesto papel de horno en la base. Metemos en la nevera durante una hora.
Lavamos el vaso y hacemos el relleno. Ponemos la leche condensada, la miel y la mantequilla y programamos 25 minutos, 90º a velocidad 3.
Unos cinco minutos antes de acabar, ponemos tres hojas de gelatina en agua fría y cuando quede un minuto para acabar la mezcla, escurrimos la gelatina y sin parar la máquina la echamos por el bocal. Dejamos que se integre bien en la mezcla.
Vertemos esta mezcla sobre la base de galletas y dejamos que enfríe un poco antes de meter en la nevera un par de horas como mínimo.
Cuando la tarta haya cuajado bien hacemos la cobertura. Trituramos el chocolate en la thermomix unos cinco segundos a velocidad 5-10.
Añadimos la nata (crema de leche) y la mantequilla y derretimos 2 minutos, 37º, velocidad 2.
Añadimos una cucharadita de maizena y mezclamos 20 segundos a velocidad 3.
Vertemos sobre la tarta y volvemos a meter en la nevera.
Mejor consumirla de un día para otro.
Preparamos la base. Trituramos las galletas.
Le añadimos la mantequilla y mezclamos.
Extendemos la mezcla en un molde desmoldable. Lo dejamos en la nevera una hora.
Vamos con el relleno. Leche condensada, miel y mantequilla. Cocemos durante veinticinco minutos.
Cuando falte un minuto, echamos por el bocal la gelatina previamente hidratada y escurrida y dejamos que acabe.
Y aquí está la mezcla que debería haber tomado un color dorado, tipo caramelo de café con leche. A mi se me quedó color leche condensada. Tal vez le faltó tiempo de cocción, pero en la receta original tardan diez minutos en conseguir la textura. Yo estuve 25 y nada. Quedó, eso sí, una crema espesa y dulce.
La vertemos sobre la base de galletas y al frigorífico. Cuaja prontito, Un par de horas.
Ya lista nuestra crema y bien cuajada, vamos a hacer la cobertura.
Trituramos el chocolate negro.
Añadimos la nata (crema de leche) y la mantequilla y calentamos para fundir.
Agregamos una cucharadita de maizena. Lo mezclamos bien.
Y lo echamos sobre la crema de leche condensada con cuidado. Ya sabéis, con un cucharón al revés. Dejamos hasta el día siguiente para consumirla.
Se ven bien las tres capas.
Tiene un corte muy bonito. Y no queda tan dulce como pueda parecer.
El sabor del chocolate negro, suaviza el dulzor de la leche condensada. Para mi, una delicia.
Os dejo este cachito para que la probéis y os animéis a hacerla.
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