Le tengo cariño a esta tarta porque es la primera tarta casera que hice en mi vida siendo bastante pequeña. Desde entonces mi interés por la repostería ha sido bastante escaso, lo mismo que mis progresos por otra parte, jajaja. Quiero decir que para mi lo importante de una comida es "la comida" y luego si hay postre bien, y si no, no. Así que en casa esperan el día en que toca dulce y cualquier cosa les sabe a gloria, más que nada por la falta de costumbre...
Pues hoy toca una tarta muy fácil como siempre y una de mis preferidas.
Es deliciosa y seguro que ya la conocéis.
Ingredientes:
- 1 bote de leche condensada de 400 gr.
- 2 limones
- 3 huevos
- 1 paquete de galletas tipo maría (25 aproximadamente)
- 50 gr. de mantequilla
- 1/2 vasito de leche aproximadamente
- azúcar glass
Elaboración:
Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida en el microondas. Le añadimos un poco de leche, no hay porqué ponerla toda, solo la suficiente y hacemos el fondo de la tarta en un molde de horno. A mi me gusta que la masa de esta tarta quede bastante húmeda, por eso le añado la leche para que quede bien compacta y luego no quede seca y se rompa con facilidad.
Encendemos el horno a 160ºC.
En un bol ponemos la leche condensada con las yemas y la ralladura de medio limón. Mezclamos bien y añadimos el zumo de los 2 limones y volvemos a mezclar hasta integrarlo del todo.
Montamos las claras a punto de nieve y lo añadimos a lo anterior con cuidado para que no bajen demasiado.
Ponemos el relleno encima de la base de galletas y lo metemos al horno durante unos 40 minutos aproximadamente, ya sabemos que cada horno es un mundo.Comprobamos con un palillo que está cuajada y cuando salga limpio sabremos que ya está hecha.
Parece que se desmadra en el horno. Bueno, no parece, se desmadra. Pero ya sabemos que en esta vida todo lo que sube acaba bajando irremediablemente...
La dejamos enfriar del todo y ya la podremos desmoldar.
Por último espolvoreamos un poco de azúcar glass , sobre todo por los bordes (esto es por si acaso no había quedado demasiado dulce, jajaja), pero queda más bonita
¡Hasta mañana!