Ni poca ni mucha cantidad.
Estamos a punto de sali a la calle, estoy tumbado en la cama con los pantalones de calle puestos y la camisa de raso. Los pies, los tengo sobre la almohada ya que estoy un poco cansado del ajetreo del servicio del medio día. Hemos servido a más de doscientos comensales entre carta y menú y como falta personal en la cocina ha sido un verdadero desgaste tanto psicológico como físico. Aquí estoy, com...