Ingredientes:
Plancha de bizcocho
3 huevos140 grs. de azúcar lustre
media cucharadita de esencia de vainilla
2 cucharadas de agua
80 grs. de harina
5 grs. de levadura en polvo.
Almíbar de brandy
50 grs. de azúcar
50 grs. de agua
30 grs. de brandy
Trufa
500 grs. de Nata (crema de leche) al 35 %42 grs. de cacao en polvo
42 grs. de azúcar
42 grs. de crema de queso
Nata Montada (crema de leche)
500 grs. de Nata (crema de leche) al 35%42 grs. de azúcar
42 grs. de crema de queso
Capa de yema
4 yemas de huevo180 grs. de azúcar
30 grs. de mantequilla
20 grs. de maizena
90 ml. de agua
Empezamos con las preparaciones:
Primero hacemos el bizcocho, separamos las claras de las yemas de los 3 huevos. Montamos las claras a punto de nieve y reservamos. Batimos las yemas con el azúcar con varillas, hasta obtener una crema suave, le añadimos la esencia de vainilla y 2 cucharadas de agua lo mezclamos bien.
Poco a poco añadimos la harina con la levadura que habremos tamizado todo junto.
Le incorporamos las claras montadas a la masa en 3 veces, trabajándolo con una espátula y con movimientos suaves.
Colocamos la masa en una bandeja de silicona con bordes y lo repartimos de forma uniforme.
El horno lo colocamos a 190 º y lo tendremos durante 8 a 19 minutos. Vigilar el horno.
Cuando esta hecho, lo sacamos y lo cubrimos con un paño de cocina y lo ponemos boca abajo, para que se enfríe, de esta forma luego será más fácil desmoldarlo, que lo haremos cuando esté frío.
Mientras vamos preparando el almíbar, ponemos los 3 ingredientes en un cazo al fuego y lo vamos moviendo para deshacer el azúcar y tras un hervor de 30 segundos, lo separamos y dejamos que enfríe.
En un molde redondo o cuadrado he puesto una cinta de PVC en el interior del molde y luego he colocado una parte del bizcocho cortado a medida. Empapamos con el almíbar.
En este punto he preparado la trufa. Con varillas he puesto a montar la nata (crema de leche) a baja velocidad, he añadido la crema de queso y el azúcar y en este punto he subido la velocidad para que tuviera consistencia. Lo he separado y he añadido el chocolate el polvo, poco a poco mezclando con espátula y evitando que se bajara la mezcla.
Acabada la mezcla, he extendido sobre el bizcocho una buena capa de trufa, intentando que quede nivelada y repartida por igual, la he colocado en el congelador durante a hora.
Mientas estaba en el congelador he preparado la crema de yema. En un bol he mezclado la leche y el agua, de esta mezcla he reservado un poco para disolver la maizena. El resto lo he puesto en un cazo al fuego, con la mantequilla y el azúcar, lo removemos para que se disuelva, tanto la mantequilla con el azúcar y en el momento que rompe a hervir, separamos del fuego.
En otro recipiente, batimos las yemas y le añadimos la leche con la maizena disuelta. Esta mezcla la añadimos al cazo que hemos retirado removiendo con las varillas, volvemos a poner al fuego removiendo constantemente hasta que espesa que coincido con el momento que vuelve a romper el hervor.
La retiramos y la colocamos en una fuente extendida para que se enfríe.
Tras la hora he sacado el pastes y en ese momento he montado la nata (crema de leche), con el mismo sistema pero sin el chocolate, lógicamente. Esta nata (crema de leche) la he depositado por encima y he vuelto a nivelarlo. Otra hora de reposo.
Pasado el tiempo por encima he puesto otra capa de bizcocho que he empapado con el almíbar, la cara mojada en contacto con la nata (crema de leche). y por encima la crema de yema cubriéndola toda. En este momento la he dejado ya en el congelador durante 12 horas.
Pasado este tiempo, he colocado por encima abundante azúcar y lo he quemado con ayuda de un soplete.
Sólo falta adornarla como más nos guste, unos rosetones de nata (crema de leche) o de trufa.
Yo he preferido la nata (crema de leche) y he colocado unos corazones de chocolate para completar la decoración.
Es una preparación larga, pero que he merecido la pena por lo que ha gustado a la familia.