Bizcocho de aceite Arbequina

El pasado fin de semana largo nos tocó ir de rutas por las maravillosas tierras de Burgo y Soria. Como vamos en furgo toca llevar desayunos, comidas y cenas. En esta ocasión y como no tenía mucho tiempo, opté por un bizcocho que sale bueníiisimo sí o sí, y muy rápido y sencillito de hacer. Vamos:



4 huevos

2 vasos de azúcar

medio vaso de leche

medio vaso de nata (crema de leche)

un vaso de aceite de oliva virgen extra variedad Arbequina

3 vasos de harina

1 sobre de levadura en polvo

ralladura de limón, naranja (opcional)

canela en polvo (opcional)

azúcar glas para espolvorear (opcional)

margarina y un poco de azúcar para untar el molde
Nota: cuando digo “vaso” me refiero a los típicos vasos de agua de 330 ml.

En primer lugar precalentamos el horno con calor arriba y abajo, a poder ser con el ventilador encendido a 175ºC y engrasamos nuestro molde. En esta ocasión utilicé uno en forma de corona que me regalaron mis padres y la verdad es que quedó muy vistoso. Además de untar el molde con margarina para que se desmolde con mayor facilidad, también le eché azúcar para que cuando le diésemos la vuelta quedase, como así fue, una pequeña costra dulzona que estaba la mar de rica.

En un bol batimos bien los huevos con el azúcar hasta obtener una crema. Este paso será el que nos dé mayor o menor esponjosidad en el bizcocho, así que ya sabeis,  si teneis a mano una batidora no dudeis en hacer uso de ella.



A continuación añadimos poco a poco la leche, la nata (crema de leche) y el aceite y seguimos removiendo.

Tamizamos la harina junto con la levadura y la volcamos sobre nuestra mezcla, evitando los grumos.

Si habeis optado por aromatizar este bizcocho con ralladura de limón, de naranja, vainilla, canela… este es el momento de agregarlo todo. En mi caso fue sólo canela.



Volcamos nuestra crema en el molde elegido y horneamos durante 50 minutos. Siempre os lo digo, me siento un poco repetitiva pero es verdad, cada horno es un mundo así que a partir del minuto 40 revisadlo. Ya sabeis, meteis un cuchillo o en mi caso un palo de madera de los de pincho moruno y si sale limpio, el bizcocho está listo.

Lo dejamos enfriar y por darle un poco de color esta vez le espolvoreé un poco de azúcar glas. Queda muy bonito y con la ayuda de un colador de los de la leche de toda la vida no nos cuesta nada. Y ya lo tenemos listo para ¡¡¡DISFRUTAAAAAR!!!