Los Alimentos Transgénicos

El hombre siempre ha estado en incesante búsqueda del conocimiento y en mejorar algunas plantas con el objetivo de lograr condiciones más saludables para algunas especies, así como varias el sabor y potenciar propiedades. Desde que se descubrió la reproducción vegetal, estos intentos se han multiplicado, dando como resultado especies de plantas muy comunes y conocidas actualmente. No obstante, en los últimos años, la ciencia ha penetrado en este campo, y lo que antaño se conseguía en décadas, ahora es posible conseguirlo en días, gracias a la ingeniería genética. De esta manera, surgen los alimentos transgénicos.



Los alimentos transgénicos son aquellos fruto de una manipulación genética, a los que se les ha incorporado genes de otros alimentos con el fin de hacerlos más resistentes a plagas o condiciones meteorológicas extremas, o sencillamente, para acelerar su crecimiento y aumentar la producción. Es más común encontrar manipulación genética en alimentos como la soja, el maíz o la cebada.

Esta técnica, que puede parecer alarmante en un primer momento, posee varias ventajas perceptibles. La manipulación genética de vegetales mejora la calidad de las semillas; aporta mejores niveles de proteínas en los forrajes destinados a la alimentación de animales de granja; consigue que los vegetales soporten mejor las temperaturas extremas, y las sequías e inundaciones; y aumenta la resistencia de la planta ante plagas de insectos y herbicidas. Además, esta técnica acelera el crecimiento de las plantas, y estimula la producción.

No obstante, cada avance científico genera diversas opiniones y polémicas en torno a nuevas creaciones, porque como toda manipulación genética trae sus consecuencias negativas que es necesario minimizar. Aunque se han realizado innumerables pruebas sobre los productos transgénicos para determinar si podrían resultar dañinos para los seres humanos, la posibilidad de que éstos causen daños menores que podrían acumularse provocando problemas más serios, aún no está desechada por completo. Tampoco se descarta que su ingesta pueda provocar alergias u otras complicaciones. Organizaciones como Greenpeace llevan años tratando de que se etiquete y marque los productos transgénicos, para que el consumidor identifique la procedencia del alimento y decida si desea comprarlo o no.



La legislación vigente sobre este tipo de productos aún es imprecisa, por lo que no se ha tomado una decisión legal sobre el empleo de los transgénicos. Muchas organizaciones desaconsejan consumirlos debido a que aún no se ha determinado si perjudican o no al ser humano, decantándose por la agricultura ecológica o tradicional.

Sin embargo, el uso de los transgénicos ha sido avalado por organismos como la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) o la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cuales en ningún momento niegan que puede haber efectos nocivos para las personas tras el consumo de los mismos.

Fuentes: es.wikipedia.org; zonadiet.com; muyinteresante.es; greenpeace.org; portalplanetasedna.com.ar; nlm.nih.gov

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