Hoy le toca al brócoli. Es un regalo de la naturaleza, al menos a mí me lo parece, pues además mejorar y mantenernos más sanos, detiene el envejecimiento de nuestra piel. Tiene altas dosis de vitamina C, betacaroteno, clorofila y sustancias azufradas, haciendo que nuestra piel luzca suave y luminosa.
Por detrás de los berros, espinacas y espárragos es la verdura más rica en vitamina E, potente nutriente "antiedad". El brócoli está indicado para combatir el acné adulto, aleja el estrés, equilibra las hormonas, elimina toxinas acelerando así la curación de los granitos.
No se hable más, a comer brócoli pues estaremos más guapas, bellas y jóvenes, jajajaja. No sé si será así, pero seguramente difrutaemos de buenas comidas, llenas de ricos sabores y combinaciones deliciosas. Con eso tenemos suficiente.
INGREDIENTES
350 g. de espirales de espelta integral
300 g. de brócoli
500 g. de gambas
1 cebolleta
2 tomates
1 zanahoria
1/2 pimiento rojo
1 copa vino blanco
1/2 limón
1 raamita de perejil fresco
queso parmesano rallado
sal y pimienta
AOVE
PREPARACIÓN
Pela las gambas y pon las cabezas y piel en un cazo cubiertas de agua. Lleva a abullición y deja que cueza unos 10 minutos. Retira del fuego, cuela el caldo. Reserva.
Cuece los espirales según las indicaciones del fabricante, es preferible que queden al dente. Escurre y reserva. Pela y corta la zanahoria en rodajas. Limpia el pimiento y corta en tiras, lava el brócoli y sepáralo en ramitos. Reserva.
En el fondo de una cacerola pon a calentar el aceite y sofríe la cebolleta picada los ajos laminados. Cuando esté dorada la cebolla añade los tomates sin piel y troceados. Rehoga unos minutos.
Incorpora el brócoli, pimiento y zanahoria. Rehoga durante unos 8 minutos, removiendo de vez en cuando. Salpimenta, añade el vino y espera unos minutos a que evapore el acohol. Añade un vaso del caldo de las gambas que teníamos reservado.
Cuando todo esté tierno ( pero no pasado, más bien al dente), echa la pasta y las gambas, remueve y espera a que se cocinen las gambas. Un par de minutos es suficiente. Retira del fuego. Añade el zumo del medio limón su ralladura, espolvorea el perejil fresco picado. Remueve para que todos los sabores queden integrados y sirve con el queso rallado por encima.
Fuente: este post proviene de Que no te falte un perejil, donde puedes consultar el contenido original.
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