Un riquísimo postre frió, tan fácil y rápido de hacer que por lo único que hay que esperar es por el tiempo que tiene que estar en la nevera, para poder comérnoslo. La base de galletas que utilizo en casi todos los postres que necesitan galletas, son las galletas Oreo y ni que decir tiene, lo buena que es esta combinación con el chocolate. Para esta tarta he utilizado un molde de 18 cm de diámetro. Espero que os guste. Empezamos.
Ingredientes:
240 gr de queso fresco batido desnatado
200 gr de nata (crema de leche) para montar
2 cucharadas de azúcar
4 laminas de gelatina neutra
10 galletas Oreo
50 gr de chocolate negro
Trituramos 8 galletas en una picadora o envolviéndolas en un trapo o bolsa y pasando un rodillo o botella por encima.
Echamos las galletas trituradas en el molde, las aplastamos con una cuchara o con la mano, reservamos en la nevera.
Ponemos las laminas de gelatina en un plato con agua fría, que las cubran para que se ablanden, unos 5 minutos.
Montamos la nata (crema de leche) a punto de nieve. La nata (crema de leche) y el recipiente donde lo vamos a montar deben estar fríos. Incorporamos el azúcar cuando están semimontadas y seguimos batiendo hasta montarlas del todo.
Sacamos la gelatina sin escurrir casi y en un recipiente lo metemos unos 40 segundos en el microondas y veremos como sean licuado.
Ahora en un bol ponemos el queso batido, la nata montada (crema de leche), la gelatina y el chocolate troceado, lo mezclamos todo.
Sacamos el molde de la nevera y echamos la mezcla, encima de las galletas.
Troceamos el resto de galletas y las ponemos por encima, yo solo puse 2, pero podéis poner más.
Reservamos en la nevera unas 4 horas, pero mejor de un día para otro.Que disfrutéis!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!