Cheesecake de fresas sin horno
Este año estoy aprovechando muy bien la temporada de fresas, ¡es que son tan ricas! Al principio de la temporada están caras pero ahora, las puedes encontrar baratísimas en el mercado así que ¡a aprovechar!
Hace unos días publiqué la deliciosa galette de fresas que tuvo muchísimo éxito y me dió ganas de preparar otro pastel de fresas, pero de gelatina esta vez, ¡por que me encantan!, Son tan suaves y ligeros, y además sin horno. Y como se pueden preparar con antelación resultan muy prácticos, si tienes que agasajar a alguien es el pastel ideal. Aunque si realmente quieres un pastel exprés el pastel extra rápido de fresas con nata (crema de leche) es imbatible.
El aspecto y el sabor y textura de este chessecake de fresas sin horno son maravillosos, te enamorarás de esta receta, asi que la tienes que preparar sin falta, ¡Está tan rico que lo tienes que probar !
Cheesecake de fresas sin horno
INGREDIENTES
Para la base de galleta
100gr de mantequilla
300gr de galletas
Para el relleno de queso y fresas y la cobertura
250gr de queso fresco
300gr de fresas limpias y algunas más para decorar
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 cucharadas colmadas de azúcar
4 láminas de gelatina para la capa de fresas
1 lámina de gelatina para la cobertura de fresas
10 ml de nata (crema de leche) líquida con el 35.1% de materia grasa
Cheesecake de fresas sin horno
Receta
De la base de galleta
Trituramos las galletas hasta que queden bien finas, como harina. Si no tenemos picadora podemos ponerlas dentro de una bolsa de plástico y triturarlas pasándoles el rodillo por encima. Fundimos la mantequilla y la mezclamos con las galletas trituradas mezclando bien, debe de quedar como si fuese harina mojada.
Engrasamos un molde desmontable y ponemos la mezcla de las galletas con mantequilla en el. Aplanamos la mezcla con el reverso de una cuchara o con el culo de un vaso hasta que quede bien compacta y igualada. Reservamos en la nevera para que quede la base bien endurecida al solidificarse la mantequilla. Al menos durante media hora pero si puede ser más tiempo mejor.
Del relleno de queso y fresas
Ponemos las láminas de gelatina a remojo en agua fría para que se ablanden e hidraten.
Ponemos las fresas y el azúcar en una olla pequeña y lo cocemos a fuego lento hasta que el azúcar este completamente disuelto y nos quede como una confitura.
Trituramos esta confitura hasta que nos quede una crema fina y separamos una pequeña cantidad para preparar la cobertura. Dejamos enfriar un poco y añadimos a la crema de fresas las hojas de gelatina bien escurridas, removemos hasta su completa disolución y reservamos.
Montamos la nata (crema de leche) líquida hasta que nos quede bien firme y reservamos.
Con una batidora de varillas batimos el queso crema hasta que quede liso y suave, entonces lo incorporamos en varias veces a la crema de fresas con gelatina sin parar de batir para conseguir una mezcla homogénea de un bonito color rosado.
Es el momento de añadir la nata montada (crema de leche) a la mezcla de queso y fresas, lo haremos suavemente y con movimientos envolventes de abajo a arriba hasta que la nata (crema de leche) esté bien integrada.
Vertemos esta mezcla sobre la base de galletas y mantequilla, la repartimos bien, si es necesario, la nivelaremos con una espátula. Reservamos el molde con el cheesecake en la nevera para que cuaje esta capa, al menos durante unas 3 horas.
En cuanto la capa del relleno del cheesecake de fresas está cuajada podemos preparar la cobertura. Para ello ponemos en remojo por lo menos durante cinco minutos la hoja de gelatina que nos quedaba. Mientras tanto calentaremos el triturado de fresas que teníamos reservado, unas 12-13 cucharadas soperas.
Añadimos la hoja de gelatina a las fresas trituradas y removemos hasta que esté bien disuelta, entonces vertemos el liquido resultante sobre el cheesecake de fresas y lo volvemos a reservar en la nevera para que cuaje, un par de horas serán suficientes.
Podemos preparar nuestro cheesecake de fresas con antelación, el día que lo queramos servir solo tendremos que preparar la decoración de fresas frescas. Yo he puesto medias fresas en todo el borde y una fresa cortada en abanico en el centro pero podéis poner la decoración que más os guste.
Ya has visto lo fácil de hacer que es, solo se necesita tiempo de reposo para que la gelatina cuaje pero no tiene ninguna dificultad, y el resultado es espectacular. ¡Anímate a hacerlo y veras como a tu familia le encanta!
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