Bechamel y croquetas


Fuente: OKRecetas

La croquetas son un plato que suele gustar a todo el mundo. Hoy en día existen se elaboran con los más variados ingredientes: jamón, carne de cocido, champiñones, setas o estás de gambas con salsa tártara... lo que te puedas imaginar. ¡Incluso hay imitaciones! Si, a base de puré de patata, las falsas croquetas que están ricas y son un alivio si no puedes con la salsa bechamel. Porque para tener unas buenas croquetas lo básico es una buena bechamel .
Y no es fácil ¿verdad? o salen grumos, o queda muy densa, o muy líquida.... Pero no es nada difícil si le pones un poco de dedicación. Para comenzar las cantidades de harina y aceite o mantequilla. comienza poniendo partes iguales, 100 gr de cada con medio litro de liquido, que puede ser leche, caldo o una mezcla de ambos. Así  te van a quedar cremosas, si te gustán más consistentes pones un poco más de harina (unos 120 gr). La mantequilla puedes sustituirla por aceite de oliva o usar mitad y mitad. A tu gusto. 
Una vez tienes las cantidades ajustadas prepara pone en la sartén la mantequilla o el aceite y cuando esté caliente sofríe un poco de cebolla muy picadita. Esto ayuda a que quede sabor a harina o leche. Cuando esté transparente añade la harina y remueve bien, la harina se debe tostar un poco, que tome algo de color. Y que no queden grumos, remueve bien. ¿Ya está? pues retira la sartén del fuego. 
En un cazo calienta la leche o el caldo, no debe hervir, solo caliente. Agrégala a la harina cocinada (eso se llama roux) poco a poco y sin dejar de remover. A dos manos. Remueve bien, que no queden grumos. Ahora la vuelves al fuego y a seguir moviendo con unas varillas o una cuchara de madera. Verás que va espesando. Sigue y cuando observes que no queda pegada a las paredes de la sartén es que está lista. No es una salsa, es una masa ligera. 
¿Y el relleno? Bueno pues agrégalos cuando la bechamel esté bien ligada, si es jamón espera al final.
Ahora dejas esta masa en una bandeja rectangular de unos dos centímetros de alto, la cubres con papel film y la pones a enfriar, cuando estén frias las puedes meter en el frigorifico. Unas doce horas de reposo está bien. El frigorífico es para que la masa quede más consistente, pero no es imprescindible.
Ahora queda preparar las croquetas, Fácil. Vuelca la bandeja sobre una superficie plana, quedará una capa de masa de la altura justa. Ahora haces cortes a lo largo y a lo ancho cada dos centímetros aproximadamente. Te quedarán las croquetas prácticamente hechas en unos minutos.
Bate un par de huevos, prepara el pan rallado. Pasa cada croqueta por el huevo y luego por el pan rallado. Ponlas en un plato, colócalas en el congelador un rato, no se deben congelar, esto facilita la fritura. Pues coge una sartén (mejor honda y no muy grande), pon aceíte suficiente para que luego cubra a las croquetas. Cuando esté bien caliente vas echando las croquetas y cuando estén doradas las sacas... ¡y las escondes hasta la hora de comer!
Si te quedan grumos en la bechamel: batidora. Se acabó el problema, o casi, porque los grumos contienen harina cruda, pero se nota poco. 
Si se abren al freírlas suele ser por que la bechamel está demasiado líquida, te habrá costado hacer las croquetas, por eso el congelador.
Espero que esto te sirva para quedar como una estrella de la cocina.
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Etiquetas: croquetassalsas

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