Hace unos años yo era de esas personas a las que les gusta cocinar solas. Utilizaba la cocina para relajarme y para desconectar y además me gustaba (y me sigue gustando) controlarlo todo, desde picar la cebolla hasta el toque final de sal.
Poco a poco me he ido relajando en ese tema. Kieran os podrá decir que es la primera persona a la que he dejado entrar en la cocina con total confianza (y eso es una buena señal, os lo digo yo) y ahora me encanta quedar para cocinar y compartir truquillos y una buena cena.
Cooking Clutch nació de una idea en la que quería hacer eso, clases de cocina con dos amigas (una norteamericana y otra española) a las que también les encanta estar entre fogones con una condición: sólo hablar en inglés. Así Sonia, de la que ya os he hablado antes, aprendía nuevo vocabulario y Jodi, que es una maestra de la cocina, se iniciaba en la gastronomía española. Por supuesto, esta idea evolucionó hasta convertirse en los banquetes patrocinados por Almax que son ahora, ya que decidimos hacer cenas temáticas y completas, con entrante, plato y postre, y recrutamos para el equipo a otros dos amigos que a) tienen una cocina enorme que nos permite trabajar a varios a la vez y b) saben mucho de vinos, con lo cual el maridaje estaba asegurado.
Concentración máxima, espacio para todos y algo de vino. Es todo lo que necesitamos.
La primera quedada fue una auténtica locura y acabamos cenando boeuf bourgignon a las 2 de la mañana tras haber catado la Borgoña entera mientras la carne se asaba, pero hemos aprendido de nuestros errores y la segunda edición salió bastante mejor. Jodi nos quería enseñar cómo hacer pasta con salsa de vodka así que mezclamos dos temas: cocina italiana y cocina con alcohol (para no perder las buenas costumbres).
El menú fue el siguiente:
Soupe angevine, que no es una sopa, sino un cocktail (¡yupi!)
Ensalada caprese con reducción de Martina
Penne con salsa de tomate y vodka
Tiramisú con licor café (sí, ya sé que el licor café no es italiano, pero tenía la botella en casa y funciona igual de bien)
Aquí van las dos primeras recetas, que si no me quedaba una entrada larguísima. La semana que viene os traigo el plato principal y el postre y así os dejo con la emoción.
Soupe angevine. Esta receta fue un sorpresón de nuestros anfitriones. Ya os he dicho que saben mucho de vinos, pero… ¿cocktails? ¡Bravo!
¡Y bravo por la presentación!
Ingredientes
– una botella de cremant de Loire (o cualquier otro vino espumoso, no nos pongamos tiquismiquis)
– 60 ml de Grand Marnier
– 6 naranjas (¡no tiréis las cáscaras!)
– 3 limas
– 50 gramos de azúcar
– 6 medidas de angostura
Instrucciones
– cortar la parte superior (como un cuarto) de las naranjas y quitarles la pulpa
– hacer un agujero, como del diámetro de una pajita (guiño-guiño, creo que ya sabéis hacia donde nos dirigimos) en la parte de arriba de la naranja que hemos separado y guardar en la nevera junto con las cáscaras de las naranjas que hemos vaciado al menos durante una hora
– mezclar la pulpa de las naranjas con la ralladura de las limas y mezclarlas con el azúcar y el zumo de las limas; guardar en la nevera durante una hora mínimo
– pasado ese tiempo remover bien para disolver todo el azúcar y colar en un colador fino
– añadir el grand marnier y la angostura y reservar
– justo antes de servir, añadir el cremant y (ahora viene lo divertido) servir en el interior de las naranjas que hemos vaciado
Ensalada caprese con aliño de reducción de Martini. Esta es básicamente una ensalada caprese de toda la vida a la que le añadí un aliño inventado de última hora a base de Martini, por eso de no salirme del tema de la soirée y tengo que reconocer que hasta el momento en que la probé tenía mis dudas respecto al resultado. Bueno, pues desde aquí os aseguro que queda muy bueno, con el toque justo de martini, para alegrar (casi) cualquier plato.
Ingredientes:
– Para la ensalada:
– 4 tomates grandes
– 2 bolas de mozzarella
– un puñado de hojas de albahaca fresca (nosotros la utilizamos fresca, fresca, directa de la planta)
– 6 cucharadas de aceite de oliva
– 6 cucharadas de reducción de Martini
– 3 cucharadas de vinagre de manzana
– sal y pimienta al gusto
– Para el aliño:
– 150 ml de Martini Rosso
– 40 gr de azúcar
Cuando es albahaca fresca, se nota.
Instrucciones:
– calentar a fuego medio-bajo el Martini y añadir poco a poco el azúcar sin dejar de remover con una cuchara
– seguir removiendo hasta que la salsa espese a nuestro gusto y con cuidado de que ni se pegue ni llegue a hervir
– cortar en rodajas finas la mozzarella y los tomates y colocarlos en una fuente, decorando con las hojas de albahaca por encima
– mezclar en un vaso la reducción de Martini con el vinagre y el aceite y verter sobre la ensalada
– añadir una pizca de sal y pimienta y lista para comer
Aquí me tenéis, documentando todos los platos para Instagram.
Como conclusión, sólo puedo decir que nos lo pasamos de maravilla, aunque por nuestra salud no podemos hacerlo muy a menudo. Para mí los días de cooking clutch son como días de fiesta y ya estoy deseando repetir. ¡La siguiente vamos a aprender hacer comida china auténtica!