Nuestro clima ha cambiado, al punto de que en un mismo día tenemos fríos glaciares, lluvias, temperaturas medias y horas de calor infernal. En estos momentos cuando piensas que el cuerpo se deshidrata, cae como anillo al dedo una sangría bien helada.
En Colombia ésta no es la bebida más popular, como si es el caso de España de donde parece ser originaria, sin embargo ya que sus ingredientes ejemplares siempre serán el vino y las frutas, podemos hacerla y disfrutarla como si estuviésemos cerca al Mediterráneo.
Para prepararla en esta época del año, debemos aprovechar la abundancia del melocotón nectarina, proveniente del Paraguay, la manzana golden amarilla, más jugosa que todas con un sabor agridulce, un buen ron, tal vez el antioqueño y por supuesto un vino tinto de cualquiera de las variedades que se producen en nuestras regiones.
No debemos olvidar el limón y la naranja, de los cuales usamos tanto el sumo como unas buenas rodajas, ni tampoco el azúcar y por supuesto el hielo.
No faltará el toque personal que la haga diferente y seguramente sabrosa como las hojas de alguna planta aromática o esencia natural.
Así, tendremos una rica bebida que, venga de donde venga, España o Las Antillas, nos refrescará la tarde y además servirá de acompañante a nuestra comida.