Haz que tus postres sean más sanos (pero igualmente deliciosos)

¿Postres saludables? ¡Por supuesto que sí! El reto es acabar con la bollería industrial, las grasas saturadas y las grandes dosis de azúcar que ingerimos sin ser conscientes de ello. Incluso, dentro de la repostería casera, es fácil encontrar cantidades desorbitadas de mantequilla, harina refinada o azúcar blanco. ¿Le ponemos freno? Solo tienes que seguir estos consejos, para que tomar el postre no sea un remordimiento. 

Fuente: Unsplash.com

1. Adiós a las harinas refinadas 

En un principio te puede costar, pero desterrar las harinas refinadas es más sencillo de lo que piensas. Al acudir al supermercado, elige su versión integral, llena de propiedades beneficiosas para tu salud como su alto contenido en fibra y vitamina B. 

2. La estevia y el sirope de arce como sustitutos del azúcar

La Organización Mundial de la Salud recomienda no consumir más de 50 gramos de azúcar al día. Esta cantidad con un yogur azucarado o un zumo, prácticamente, está rebasada. Por ello, es importante contar con alternativas como la estevia, los dátiles o el sirope de arce. Aunque puedas notar pequeños cambios en el sabor, ¡el sacrificio merece la pena!

3. El chocolate siempre puro

El chocolate es uno de los ingredientes básicos en casi todas las recetas dulces y la perdición de muchos. Lejos de lo que piensas, si eliges cacao puro o algarroba, te estás cuidando. En concreto, esta última nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal, tiene un elevado porcentaje de proteína y es rica en triptófano, un precursor de la serotonina, la llamada hormona de la felicidad.  

4. Chía y nuevas formas de elaborar postres tradicionales

¿Aún no has oído hablar de la chía? Catalogada como superalimento, sus propiedades se cuentan por cientos y es muy fácil de trabajar con ella para crear pudding o postres ligeros con fruta. Basta con mezclarla con leche y canela un par de horas (tres cucharas de semillas por 125 ml de líquido). Luego, añade frutos secos, algarroba, semillas o frutos rojos. 

Con estos sencillos cambios en tu alimentación notarás como te cuidas más, te sientes mejor y, sobre todo, no tienes que renunciar a un buen postre después de las comidas. ¡Te esperamos en el próximo post de Vivienda Saludable
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Recomendamos