De nuevo estamos en martes parlanchín y toca hablar un poquito sobre la foto del último miércoles mudo.
Esta foto es muy entrañable para mí, tiene veinticuatro años. ¿Por qué es entrañable? Por las dos personas que aparecen en ella. Por un lado, mi padre, al que estoy dedicada en cuerpo y alma con todo mi amor debido a su estado de salud.
Y por otro mi primera sobrina, mi sobrina Nieves, a la que adoro y que se nos ha hecho toda una mujer. Al igual que mi hijo, ha volado por motivos de trabajo, aunque más cerquita que él, a Madrid.
No, no es el bautizo de ella como habéis dicho algunos, es la mañana de Jueves Santo de 1991 delante del paso de la Virgen de la Amargura, la titular de mi hermandad a mi padre. Le encantaba fotografiarse con sus nietos delante de ella en la primera Semana Santa de vida de cada uno de ellos.
El motivo de poner esta foto es que los dos cumplen años muy cerquita, mi sobrina el 25 de enero y mi padre el 28. Así que normalmente celebramos los dos cumpleaños juntos y para muestra como se suele decir, un botón, aquí tenéis fotos de este año.
Lo especial de la celebración de este año es que tanto mi sobrina como mi hijo se han escapado este fin de semana tan sólo para celebrarlo con mi padre, que aunque aún sigue pachucho, está mejor.
Así que amigos, estoy súper feliz por el fin de semana tan especial y bueno que hemos compartido en familia todos juntos alrededor de estos dos cumpleañeros.
Bueno pues hasta la próxima y, como me gusta deciros, que seáis muy felices.
Un beso.
Fuente: este post proviene de 50 Crisis, donde puedes consultar el contenido original.
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