Un recuento lleno de noticias lindas



Este es el momento en que pido perdón por haber abandonado el blog los últimos tres meses y medio. O cuatro. Voy a ser honesta: la vida pasó, y fue tan linda que lo último que se me ocurrió fue voltear a ver el blog o escribir sobre lo que estaba pasando. ¿La razón de eso? Por mucho que me encante escribir, estar aquí, compartir experiencias e ideas, estoy muy a favor de vivir el momento por completo y luego compartirlo. Y eso es lo que haré, poco a poco, en entradas sucesivas que iré publicando poco a poco.

Vamos por partes, con sus fotitos. Pero, si solo quieres el gran gran resumen: ¡hace un mes nos casamos!

La primera… ¡ta tan! el viernes 13 de julio, Fer me propuso que estuviéramos juntitos para siempre. Dije que sí (y desaparecí del blog).



Lo pensamos durante una semana o dos, antes de decidir que íbamos a hacer todo de una vez, en México, en octubre. En una visión a largo plazo, era lo que más sentido tenía para nosotros. Y así, comenzamos a ver opciones de fechas y lugares para octubre, un mes en el que se supone que casi no llueve.



Definimos un presupuesto máximo. Revisamos a quiénes queríamos de verdad invitar. Caminamos por las calles de Coyoacán y de la ciudad para conocer de primer mano lugares que se ajustaran a nuestro sueño y presupuesto. Finalmente, El Convento, un restaurante junto al centro de Coyoacán, fue el único lugar bonito, de precio razonable, que se le midió a prepararnos lo que queríamos.



Buscamos fotógrafos, y revisamos mil páginas, hasta dar con la elegida, Dinorah Ávila, con quien tuvimos la mejor química (¡recomendadísima!). Nos pareció la mejor opción, no solo por como pudimos hablar con ella como si ya la conociéramos, sino porque pudo ajustar su oferta a nuestras necesidades. ¿Qué tal esa foto? Es de las que nos dió de avances ese día. Cuando estén todas, haré una entrada para hacerle justicia.



Yo revisé opciones de vestidos hasta escandalizarme con los precios y terminar comprándolo en internet, en una página que me recomendó mi hermana. Le pedí ayuda a Fer para que me midiera, se agotó en la talla que resultó de las medidas y cuando regresaron uno lo pedí. Cuando llegó, igualito al de la foto, me quedó grande y tuve que buscar una modista. Fer consiguió su traje dos semanas antes. Sorpresa también, porque si él no podía ver mi vestido yo menos podía ver el suyo. La corbata se la compré de sorpresa, sin saber si se iba a ver bien o no. Pero fue perfecta.



Diseñamos entre los dos las invitaciones, los papeles, todos los detalles. Buscamos en viveros. Aprovechamos las promociones de impresión a las horas más raras. Consideramos un grupo de música. Caro. Comenzamos una playlist en Spotify. Conseguimos a alguien que nos hiciera un café delicioso. Decidimos comprar el pastel de coquito de la panadería. Encontré los muñecos más bonitos para poner sobre el pastel. Diseñamos la ceremonia más acorde con nosotros. Conseguimos una noche de hotel, porque la luna de miel no era posible.

Nos regalaron el café, las flores, la ceremonia, la compañía y la felicidad. Todo fue divino. Estamos lo que le sigue de agradecidos y con el corazón grande e hinchado de amor y felicidad.



Al final, organizamos la boda más bonita, justo como la soñábamos, en la medida de nuestras posibilidades, en tres meses exactos. El 13 de julio nos comprometimos, el 13 de octubre nos casamos, hoy 13 de noviembre ya llevamos un mes. Ha sido un mes súper movido, también. A la semana de la boda, Fer se partió el brazo. La que siguió, compramos nuestro nuevo proyecto, el vochito. La siguiente, trabajé el fin de semana. La otra, ya comencé a escribir un poco. Y aquí estamos, buscando retornar un poquito a la rutina y por eso pensé que era el mejor momento para actualizar el blog y contarles por qué he estado tan perdida.



El plan ahora es desarrollar todas las ideas de esta entrada en muchas independientes. El vochito, la boda, cómo fue todo, qué evaluamos, Fer qué hizo el día que me propuso y cómo lo hizo…. quiero que en un par de semanas o meses este texto esté lleno de enlaces hacia todas las entradas complementarios.

¡Feliz día!

Fuente: este post proviene de Atole y té, donde puedes consultar el contenido original.
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