Existen lugares especializados casi centenarios que sirven casi única y exclusivamente estos dos manjares: chocolate a la taza y churros ó tejeringos, ¿qué malagueño no conoce Casa Aranda ó el Cafe Madrid?.
Da igual para desayunar o merendar.
A mi madre le encantaba y nos contagió el gusto por el placer de tomar un buen chocolate a la taza.
Lo hacia con leche de vaca entera y recuerdo que mientras con un cuchillo rallábamos el chocolate, ella hervía la leche; la nata (crema de leche) que hacia la leche la degustaba ella, ya que a mi no me gustaba en absoluto; nunca me gustó la leche.
Hace unos dias, a la caida de la tarde me vino a la memoria y se me apeteció tomar chocolate y rauda y veloz me puse manos a la obra, me lo serví en uno de los tazones de mi madre, añorándola; saqué la foto para tenerla en mi base de datos y la verdad no se me hubiese ocurrido subirla al blog, sobre todo porque no quedó muy bien (la luz de la cocina no me acompañó), pero acabo de ver una magnifica entrada de Cristina, seguro que conoceis su estupendo blog: Kanela y Limón, que dicho sea de paso, admiro y visito con frecuencia, donde explica como hace un preparado muy especial para hacer chocolate a la taza realmente exquisito.
Mi madre lo hacía muy simple, muy sencillo, si mi memoria no me falla era de la marca Atlántico, han pasado unos 50 años y no he vuelto a encontrar ése chocolate, así que suelo usar Valor, pero con cualquier otro chocolate a la taza, saldrá igual de rico.
¿Como lo hacia?
Rallar el chocolate, convirtiéndolo casi en polvo.
Poner leche a hervir, endulzándola al gusto, echar el chocolate mientras hierve sin dejar de mover durante el tiempo que consideren necesario, hasta que espese al gusto.
¡¡ Disfrútenlo !! Y recuerden vean como lo prepara Cristina (Kanela y Limón): Impresionante.