Hierbas aromáticas, esencias, infusiones, ungüentos botánicos... un gran escaparate de remedios para curar distintos males. La ruda, el tomillo, el romero, la manzanilla o el laurel son algunas de las especies protagonistas de este día, además de otros alimentos, todos ellos, elaborados de una forma artesanal, como pasteles o almíbares. Confitura, miel, mermelada, chocolate y dulces llenan las paradas de productos tradicionales.
También podemos encontrar un gran surtido de alimentos representativos de la comida catalana: quesos, el típico mató recién hecho, embutidos... además, en los últimos años y siguiendo las nuevas tendencias, se han incorporado todo tipo de productos ecológicos, 100% naturales sin conservantes ni colorantes.
Una tradición del siglo XVI
El Costumari Catalán, que recoge las fiestas y tradiciones de toda Cataluña, establece que los primeros conocimientos que se tienen de esta tradición datan del siglo XVI, cuando la fiesta de las hierbas se realizaba delante de la iglesia de San Miquel de Barcelona. Otros historiadores sitúan su origen en la época romana, en las fiestas dedicadas a Flora, diosa de la vegetación.Esta feria se realiza en homenaje a San Ponç, Patrón de los Herbolarios que, según la leyenda, llegó a Barcelona y, al ver tal cantidad de miseria y pobreza, inmediatamente se dispuso a preparar pócimas de hierbas medicinales y todo tipo de remedios con el fin de curar los males de la población. Por esta razón, y en agradecimiento a la labor de San Ponç, los barceloneses decidieron rendirle culto y celebrar la feria de las hierbas en su honor.
Además, esta fiesta está cargada de simbolismos y leyendas; sin ir más lejos, las creencias populares manifiestan que si limpias a fondo la casa el día de San Ponç, alejamos los parásitos de nuestro hogar durante todo el año. Antiguamente, era costumbre poner un paquete de hierbas, comprados el día de la feria, debajo de la cama con el fin de alejar los malos espíritus creyendo que esto tenía un alto poder sanador.
La feria en los distritos de Barcelona
Barcelona vive la feria en los distintos rincones de la ciudad. Este año, las actividades se han centrado en cuatro distritos: Ciutat Vella, Sants-Montjuïc, Sarriá-San Gervasi y Nou Barris. En el barrio de Sarriá, las paradas de las plazas Mañé y Flaquer y la de Sant Vicenç han permanecido abiertas durante el martes 11 de mayo, de 10:00 a 20:00 horas.También el distrito de Sants-Montjuïc acoge una feria en la calle Blai, en el barrio del Poble-Sec, los martes y miércoles, donde es típico encontrar, preferentemente, dulces y pasteles. En estas dos jornadas, alumnos de varias escuelas del distrito han participado en la fiesta con la instalación de puestos donde han presentado sus propios productos.
En la calle Hospital, en el distrito de Ciutat Vella, y símbolo de esta tradición, las calles se han llenado de paradas de hierbas, miel y frutas confitadas. Según el Ayuntamiento de Barcelona, en esta zona se han instalado un total de 93 paradas. En la Marquesina de la Vía Júlia en Nou Barris, los puestos de productos naturales estuvieron abiertos hasta las 22:00 horas.