El Mundo
Pues eso, unos trabajamos para cobrar, y otros cobran sin trabajar, eso es un arte, ¿no creéis?
El Ayuntamiento de Cádiz hoy es noticia, y vaya noticia. Resulta que un señor, Joaquín García, funcionario al que por cierto le iban a dar una placa por los veinte años de servicio, durante seis años no ha acudido a su puesto de trabajo, y nadie lo ha echado en falta, de manera que todos los meses ha cobrado su nómina de 37.000 euros brutos anuales de salario por no hacer nada.
¿Es posible que esto pueda ocurrir?
Pues sí, y además Joaquín García se declara víctima de mobbing y se defiende ante la juez diciendo que lo mandaron a un puesto vacío de contenidos en el que no había que hacer nada, e incluso así él siguió asistiendo a su trabajo fantasma, en el que aprovechaba para leer libros del filósofo Spinoza. Iba a su despacho cuando le apetecía, y esta situación, le llevó al psiquiatra. Asegura que no lo denunció porque tenía una familia que mantener.
Pero, ¿cómo se llega a esto?
No podía ser de otra manera, la POLÍTICA.
Joaquín García, es cuñado de quien fue candidato del PSOE a la Alcaldía de Cádiz, Fermín Moral, entró a la plantilla del Consistorio allá por 1990, donde fue nombrado director Técnico de Medio Ambiente, puesto que ocupó hasta 1996, fecha en la que, nos explica Joaquín, entré el PP y "decidió quitárselo de encima" enviándolo a otro lugar del que estaba, con un puesto en el que no había que hacer nada.
La versión del Ayuntamiento es diferente, cito palabras textuales recogidas del periódico EL MUNDO:
«Lo enviamos a Aguas de Cádiz, que es de titularidad municipal, para que desde allí se encargara de supervisar las obras de La Martona, el centro donde van las aguas fecales y pluviales de la ciudad», explica Jorge Blas Fernández, teniente alcalde del Ayuntamiento de Cádiz entre 1995 y 2015, actual senador por el PP y el hombre que inició el expediente contra Joaquín García.
«Se le puso un despacho en el edificio de Aguas de Cádiz y allí se quedó. Hasta que un día [más de una década después] me acordé de él y pensé: ¿Dónde estará este hombre? ¿Seguirá allí? ¿Se habrá jubilado?, ¿Habrá fallecido?. Como me constaba que seguía cobrando la nómina, me puse a hacer gestiones. Llamé aAguas de Cádiz y me dijeron que allí no sabían nada, que pensaban que había vuelto al Ayuntamiento... Lo llamé a él y me dijo que estaba de días de asuntos propios y le pedí que viniera a verme. ¿Usted qué hace? ¿Qué hizo ayer? ¿Y el mes anterior?. No supo responder».
No se si os pasa pero yo flipo, ¿después de una década te acuerdas de un hombre que ejerce un puesto de trabajo para el Ayuntamiento?
Además nos asegura la persona que trabajaba en el despacho frente a él, Aurelio Vélez, ya fallecido, que llevaba años sin verle.
Pero no os preocupéis, ha sido sancionado, el funcionario ha sido expedientado por absentismo laboral y tiene que pagar 26.920,93 euros, el equivalente a un año de su salario neto, lo máximo reclamable legalmente.
Bueno, algo es algo, le ha salido rentable no trabajar. Del sueldo de seis años, el de uno le ha servido para pagar su "absentismo" y el resto, "para vivir que son dos días".
Ah, pues muy bien, así nos va...