En primer lugar, hay que decir que se trata de un plato de aprovechamiento, así que, primero, hay que mirar los restos aprovechables que tengamos en la nevera y el pan que se va quedando durito en el armario.
INGREDIENTES:
Para los repápalos:
- Pan de sobras, migao, rallao, etc.
- Perejil (si de cosecha propia, mejor).
- Ajo (si de cosecha propia, mejor).
- Huevos (de las gallinas de casa, claro).
- Sal (de bote).
Para la salsa:
(Primero, mirar en la nevera).
- Cebolla o cebolletas (ya sabéis de dónde).
- Pimiento verde.
- Ajo.
- Puerro de El Terrao.
- Tomate.
- Vino blanco.
- Pimentón de La Vera.
- Algo de romero.
- Aceite de oliva del bueno.
ELABORACIÓN:
Disponemos en un recipiente la cantidad necesaria de pan en migas o rallado. Le añadimos un puñadito sobrado de perejil picado, ajo muy picadito al gusto, pizca de sal y los huevos que se necesiten para hacer una masa manejable. Se amasa y se confeccionan unas croquetas o similar. Si os gustan más grandes, pues más grandes.
Se fríen en aceite bien caliente con cuidado de que no se quemen, sólo dorarlas.
Reservamos.
En una tartera o una olla de poco fondo, pochamos la cebolleta, el puerro, el ajo y, cuando esté en su punto, añadimos una puntita de pimentón FUERA DEL FUEGO. Rehogamos, añadimos el vino blanco y llevamos a ebullición para que evapore el alcohol y reduzca. Seguidamente, incorporamos el tomate y el perejil y, una vez integrados, añadimos agua suficiente para cubrir los repápalos sin pasarse. Dejar hervir unos veinte minutos.
Mientras se hace, tomar una copa de vino de la tierra y preparar un majado de ajo y romero fresco con un poco de sal gorda. Este majado se añade cuando queden cinco minutos para terminar la cocción.
En este momento, hay varias opciones: se puede pasar la salsa si no os gustan los tropezones, se puede ligar la salsa con harina de maíz, o se puede dejar tal cual.
Se incorporan los repápalos a la salsa y se llevan a ebullición dos minutos o algo más dependiendo del tamaño de los mismos.
Servir calientes.
¡ Que aproveche !