¡Qué fantástico si pudiéramos mandar a construir una cocina a NUESTRO gusto!
Pero... olvídese de ese sueño. ¿Para qué?... Si la que usted tiene ahora - ya sea tan grande como un salón de baile o tan pequeña como la de una casa de muñecas - la puede reorganizar, de manera que sus horas de cocina sean placenteras y rápidas. Comience por pintar, si es que le hace falta o no está feliz con el color. Píntela de acuerdo a su gusto y su personalidad. Los colores brillantes excitan, y los tenues calman. Si en el fondo no le entusiasman cocinar, pues píntela de rojo! Anímese y pinte también las sillas o los gabinetes con un nuevo color. Otra idea práctica es empapelar la cocina, pero asegúrese de comprar un papel que se pueda lavar. El diseño es importante. Si su cocina es pequeña, compre un papel con diseños pequeños, para ayudar a darle una sensación de amplitud a la habitación.
Una de las paredes debe tener un reloj. ¿O quiere que se le queme el arroz? En vez de cuadros, que no son muy prácticos para una cocina, aproveche espacio colgando cestas (como la del pan o la de las servilletas), o esos moldes decorativos para gelatinas, que apenas se usan, o la espumadera.
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