Los hornos de la gran cocina empiezan a encenderse por los ayudantes de cocinero. Esta mañana, ha empezado Lluis, un pinche de cocina. Nada más entrar en el amplio recinto, inclina la cabeza y saca su peine pasándolo ligeramente por su pelo de color castaño. El chef de cocina sr Ramiro, le recrimina tal actitud. Aunque Lluis es muy joven como yo, que también hago de pinche, nunca se me habría ocurrido peinarme en una cocina y mas el primer día que entro en la misma, pero claro, a veces muchas personas consideran normal, muchos de sus actos si no se les hace ver que no lo son por higiene y respeto a los demás.
-LLUIS, NUNCA DEBES PEINARTE EN UNA COCINA, TAMBIÉN, DEBES DESPOJARTE DE ANILLOS Y RELOJES, YA QUE ES ANTI HIGIENICO Y ADEMÁS SE TE ENSUCIARIAN CON LA GRASA . PONLOS EN TU CAJÓN DE LA COCINA, QUE ES AQUEL QUE ESTÁ DETRÁS DE LA PICA AL LADO DEL QUE TIENE JOAN, TAMBIÉN PINCHE COMO TÚ- Le dice señalándome a mí con su dedo índice mientras prosigue-¡AH! Y UNA COSA MUY IMPORTANTE, PRESTA MÁXIMA ATENCIÓN A LAS RECOMENDACIONES QUE SIEMPRE TE HARÁN LOS COCINEROS RAUL, ESTEBAN Y JORGE, COMO ASÍ, CADA UNO DE SUS RESPECTIVOS AYUDANTES YA QUE AL TENER UN RANGO SUPERIOR AL DE VOSOTROS DOS, SIEMPRE OS ORIENTARAN MEJOR-
- ASÍ LO HARÉ SR ANTÓN- le contesta Lluis un poco nervioso.
Una cocina es como una gran familia, hay que escuchar siempre los consejos de los padres y algunos hermanos mayores, ya que debido a que tienen más años, esto, suma en experiencia y siempre aprenderemos mucho mas de ellos, eso sí, también podemos dar nuestras propias opiniones claro. El haber trabajado en infinidad de cocinas, aprendes a cocinar como también a tener muy presente la mundologia culinaria.