Hace días tengo a mi esposo pidiéndome que lo complazca con una ensalada que hace días no preparaba. En ocasiones ocurre que comemos tantas las veces lo mismo que acabamos empalagados y debemos dejar un tiempo para poder volver a querer probarlo. Esto me pasó con esta ensalada, y hoy recordé lo mucho que me gusta y lo fácil que es prepararla.
Tiene la gran ventaja de no llevar carbohidratos, para quienes se cuidan con las harinas. Puedes prepararla como una guarnición o como una comida completa. Además puedes prepararla con anticipación y comerla luego, en tu oficina, picnic, etc.
Ingredientes para 2 personas como comida completa:
Una pechuga de pollo deshuesada
Aceite de oliva
Ajo (lo tengo preparado en aceite de oliva, un paso menos!)
Miel de abeja
Mostaza regular
Jengibre (siempre tengo el que viene en frasco en tajadas, rosado)
Salsa de soya (si cocinas libre de gluten debes revisar que la salsa lo sea)
Semillas de ajonjolí (me gusta mezclar las blancas con las negras!)
Una lechuga pequeña (para esta receta me gusta la romana porque es crujiente)
Un mango grande (puede estar verde o maduro, hoy tenía término medio!)
Un aguacate (me gusta hass)
Preparación:
En un sartén, colocas una cucharada de aceite de oliva con ajo.
Lavas, picas el pollo y lo pones en el sartén.
Agregas mostaza, miel, jengibre, salsa de soya y semillas de ajonjolí. Esto lo agregas al gusto, pero puedes calcular una cucharada de cada ingrediente.
Lo dejas en fuego medio por 10 minutos.
Aparte, lavas y picas la lechuga, el mango y el aguacate.
Si no vas a comer de inmediato puedes dejar los ingredientes en la refri, el pollo aparte y los vegetales en otro recipiente.
Al servir, pones una cama de lechuga, aguacate y mango. Terminas con el pollo encima.
La salsa del pollo es el aderezo de la ensalada, es decir que no requiere agregarle nada más.
Buen provecho!!