El secreto es cortar las judías planas en tiritas finas del tamaño de las angulas sucedáneas y que se mezcle todo bien, o sea que en este caso el tamaño sí que importa ja, ja, ja.
Nutricionalmente la receta es baja en grasas puesto que tan sólo lleva un chorrito de aceite de oliva y las judías sólo tienen 30 calorías cada 100 grs., contienen fibra, vitaminas (A, B2, B6, C) y minerales como el potasio y calcio entre otros. Por otra parte las angulas sucedáneas son proteína de pescado pura, bajas en grasas y colesterol.
INGREDIENTES:
Yo para 2 personas utilizo:
250 grs. de judías verdes planas.
La mitad de una barqueta de angulas sucedáneas ( 1 parte de éstas que van partidas en 2).
2 dientes de ajo y 1 guindilla cayena. (La guindilla es opcional).
Lo primero es lavar las judías y partirlas como toda la vida, o sea quitarles las puntas y partirlas en 3 ó 4 trozos según lo largas que sean. Poner un cazo al fuego con agua y cuando comience a hervir se pone un buen pellizco de sal y se echan las judías. Yo las hiervo unos 20 minutos porque no me gusta que queden excesivamente blandas. Se retiran del fuego, se escurren y se dejan enfriar para poderlas manipular.
Luego se cortan a la larga imitando el tamaño de la angulas sucedáneas. Yo suelo sacar 3 ó 4 tiritas de cada trozo.
Ya sólo queda saltearlo todo. Se pone una sartén al fuego con un chorrito de aceite de oliva, se pelan y se laminan los ajos y se echan a la sartén con la cayena (si te gusta el picante rompe la cayena para que salgan las simientes que es lo que realmente pica), se le da una vuelta y en cuanto el ajo empieza a dorar se añaden las judías verdes. Se remueve unos minutos, se añaden las angulas sucedáneas y se deja 2 minutos más removiendo con cuidado para que se integre todo.
Y el resultado es espectacular ... y si no ya me direis.
Un día voy a hacer un apartado de "mis cenas favoritas" y esta receta estará dentro porque junto con un huevo pasado por agua o simplemente un montadito de brie con mostaza Dijon es una cena perfecta ja, ja.
Bye.