Naranjas confitadas

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La navidad es época de mucha cocina y en la cocina no sólo tenemos que elaborar platos diferentes también es necesario, en ocasiones, elaborar ingredientes que después necesitaremos para cocinar.

Eso ocurre con la fruta confitada. La tenemos que preparar para usarla con otros postres. Es cierto que la podemos comprar y nos facilita mucho la vida pero salvo que vayamos muy mal de tiempo no lo recomiendo. No hay color.

Estas fiestas la hice por primera vez, confieso haberla comprado siempre, y la he utilizado en el panettone y el rosco de reyes.

La verdad es que sólo he visto ventajas a hacerla en casa. Queda una textura jugosa y dulce y en su propio almíbar se conserva varios días en la nevera dentro de un túper.

Si las preparamos con antelación tendremos éste ingrediente dispuesto para usarlo en cualquier momento.

Por cierto, también podemos utilizar el almíbar, como si fuese una esencia de naranjas, para añadir a bizcochos, brioches, panettones e incluso para hacer una bebida de agua bien fresquita  con toques cítricos o bien en infusiones.

Cuanta utilidad tienen, verdad. Nos ponemos el delantal.

Ingredientes:

– 3 naranjas

– 400 ml. de agua

– 400 grs. de azúcar

Elaboración:



Lo primero que debemos hacer es lavar muy bien las naranjas.  A una la vamos a retirar la piel procurando llevarnos lo mínimo de parte blanca. Después la cortamos en tiras.

Las otras dos naranjas las corté en rodajas. En ambos casos desechamos los extremos.

El tamaño que le demos será a nuestro gusto.



Ponemos una cazuela con agua al fuego y cuando rompa a hervir añadimos las naranjas y las pieles. Esperamos que hierva el agua de nuevo, dejamos un minuto y retiramos con mucho cuidado de que no se rompan las naranjas.



Esta operación la tenemos que hacer tres veces. Siempre cambiando el agua ya que en ella va a quedar el amargor de la cáscara. Lo que acabamos de hacer se llama blanquear las naranjas.

Hay que probar la piel, si aún amarga, no está de más Un cuarto hervor con una cucharadita de bicarbonato.

En un cazo limpio ponemos al fuego la misma cantidad de agua y de azúcar que pesan las naranjas. Le he calculado unos 400 grs de azúcar y 400 ml. de agua ya que esa es la cantidad que pesaban las naranjas.



Dejamos que rompa a hervir a fuego suave y le incorporamos las naranjas. Después mantenemos hirviendo durante treinta minutos, retiramos del fuego y cuando enfríen ya tendremos nuestras naranjas confitadas.



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