Aunque hoy no os traigo una receta, si que es algo muy dulce que disfrutarás leyendo
Es el libro que se acaba de publicar ” ¡Ojalá te enamores! que estará a la venta este próximo
viernes 2 de Diciembre tras su presentación por la autora
Una novela que te atrapará desde las primeras líneas. Amor, traición, amistad, envidia, deseos, sueños, multiculturalidad, gastronomía, desilusiones… todo esto y mucho más se esconde tras los muros de ese castillo y solo puedes descubrirlo en las páginas de ¡Ojalá te enamores!
Extracto del principio del libro
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La primera vez que Amina lo vio, estaba tan concentrado en sus pensamientos que no reparó en ella, por lo que la morita pudo observarlo durante largo tiempo sin que se diera cuenta.
La habían mandado a la tienda a comprar una bobina de hilo. Iba corriendo, como siempre, feliz mientras tarareaba en voz baja melodías que inventaba. Nada más traspasar el umbral de la puerta y encontrarlo detrás del mostrador sintió cómo su rostro se sonrojaba e inmediatamente se arrepintió de no llevar el pelo cepillado y de no haberse perfumado con el agua de flores que ella misma elaboraba. No entendía qué le pasaba, porqué un extraño le provocaba tantas sensaciones confusas con tan sólo mirarlo. Y no podía dejar de hacerlo.
Era de complexión delgada y fibrosa. Bajo sus finas ropas se adivinaban unos fuertes brazos y un torso firme; su cabello era castaño oscuro, muy abundante y, el flequillo rebelde parecía crecer a su aire enmarcándole perfectamente su angulosa cara. Los ojos grandes, de un verde cambiante, parecían contemplar la vida con un deje de asombro; poseían una luz especial, una mirada que si se posaba en ti, no podrías olvidarla jamás. Tenía alrededor de diecisiete años y ganas de comerse el mundo. Su determinación y coraje no eran habituales para su edad, pero es que nada en él era corriente. Sus gestos, su forma de moverse emanaban una seguridad y templanza que lo convertían en alguien muy especial, alguien en quien poder confiar.
Alonzo estaba leyendo la carta que había enviado su abuelo desde Medina Shāṭiba. Lo hacía con avidez y atención. En la misiva el rabino contaba cómo ese verano la Vila y el Castillo de Eivissa habían sido conquistados por las tropas de Montgrí, Sanç i Pere de Portugal. Las huestes catalanas habían vencido la resistencia de los sarracenos y logrado penetrar finalmente en el recinto amurallado. Corría el año 1235 y según parecía, Jaime I no iba a parar hasta reconquistar toda la taifa de Balansiya.
De repente, el judío levantó la vista y miró fijamente a la morita que se sobresaltó. No parecía sorprendido de encontrarla allí ….
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Regalateló estas Navidades!!
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