Estaba pensando la otra noche; a que se deba mi gran cariño por mis sobrinos nietos? yo no recuerdo en mi infancia a ver tenido mucho contacto con mis tíos abuelos, de hecho creo no los conocí o no los recuerdo.
La razón debe ser porque soy la cuarta hija y última y la diferencia de edad con mi hermano mayor es de 10 años, por lo tanto fui la pequeña de la familia hasta que nacieron una tras otra mis primeras tres sobrinas.
Yo amo mucho a mis sobrinas pero recapitulando la historia, ellas nacieron cuando yo tenia 12 años de edad y mi emoción cuando llegaron a mi vida, no fue: Soy tía!! Creo que pensé, tengo hermanas nuevas, son más pequeñas que yo y ya no seré la más chiquita de la familia.
Así crecimos, en algunas etapas concordábamos en otras estorbábamos.
Hicimos nuestras familias y llegaron los otros sobrinos que con verdadera conciencia tome mi papel de tía y les di el amor y la paciencia que una tía debe tener.
Cuando nació mi primer sobrino nieto, no lo podía creer, una de mis hermanitas había tenido un bebe!!
No pude verlo por muchos días, yo viva algo retirado pero mi emoción ya no era la misma que cuando ella nacieron, algo dentro de mi sentía diferente.
No se que se sienta ser abuela, pero tengo una gran adoración por mis pequeñines: primero fue el de los ojos bonitos; sonriente y dormilón, luego mi dulce pegotito; compañía cariñosa, mi tierno Pi; atento y juguetón, la flaquita que se adelanto y casi no le termino su moisés, una dulzura personificada, el Sr Luca una mezcla de ternura con seriedad y por último mi Quesito el chiquitín de la familia.
Estos solecitos marcan la diferencia en mi vida, son los hijos de mis sobrinas hermanas y mis primeros nietos.
Por una cuestión geográfica con unos más que otros no nos podemos ver con frecuencia, pero ellos están el día a día en mi corazón.
Esta es la tercera generación a la cual me enorgullece pertenecer.
A mis tres amadas sobrinas hermanas les doy las gracias darme la oportunidad de ser la tía abuela más feliz!!