Aunque en el título leas “Patatas fritas a la cerveza”, las patatas no tienen que ser fritas; de hecho, están igual de buenas al horno y son una alternativa mucho más saludable. La cerveza y patatas fritas son una pareja ideal, aunque claro, la cerveza hace cualquier cosa ideal… ¡Pero bueno!si os gusta la cerveza, esta receta os va a enamorar.
La fórmula es sólo tras una conclusión; si para que las patatas estén crujientes por fuera y tiernas por dentro se sumergen en agua durante unas horas antes de freírlas ¿porque no sumergirlas en cerveza?¿absorberán los aromas y sabores?. Tras hacer unas cuantas pruebas y catas, hemos llegado a varias cuestiones…
La cerveza tiene que ser 100% malta y equilibrada en sabores. El sabor de la cerveza es sutil así que no tengáis miedo de experimentar con las cervezas de lúpulo, de hecho, las cervezas de color ámbar, son las que dan mejores resultados.
El secreto está en las especias y el aceite de oliva virgen extra. Nosotros le ponemos ajo y cebolla en polvo, sal, pimienta, pimentón de la vera agridulce, orégano y aceite de oliva virgen extra. Esta mezcla ofrece una gran cantidad de sabor y hacen que las patatas no se cuezan y queden crujientes.
Sin duda, lo mejor de estas Patatas fritas a la cerveza, es que su destino es hacer un maridaje ideal con una buena cerveza, ¿os lo imagináis con una Gran Reserva de Cruzcampo, y unas carrilleras o croquetas de rabo de toro? ¡¡uff!! eso sí que es un buen momento de disfrute que pienso reproducir junto mi familia cualquier fin de semana.
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