En esta deliciosa cata maridaje, en el clásico Alfredo di Roma, nos presentaron en un menú de cuatro tiempos a algunos de los consentidos de la familia; abrimos con un Ripasso Valpolicella, acompañado de prosciutto y perlas de melón, después un carpaccio ultra suave complementado por Surya, tinto Nero d’avola y Merlot, seguimos con Le Focaie, de uva 100% sangiovese y de excelente intensidad para acompañar el parmesano de nuestro fetuccini, y para finalizar, un tiramisú de lado de Asti DOCG, de extremo dulzor y pronunciadas notas florales.
Las estrellas del show (como sugiere el título), fueron el Prosecco DOC, afrutado, floral, y muy fresco, y claro, el fetuccini Alfredo. Un clásico que lleva ya varias décadas sin decepcionar.
Además de la cena, también recordamos algunos datos importantes de Italia y sus vinos… que no se pueden dejar pasar desapercibidos. Por ejemplo, este año Italia es de nuevo el mayor productor de vino a nivel mundial, posición por la cuál ha luchado algunos años con Francia. Nos enteramos también que las ventas de Prosecco, el cuál, para recibir su DOC y etiquetarse como tal, debe provenir de las regiones del Veneto o Friuli Venezia Giulia y ser a base de uvas Glera, hoy superan las ventas de champagne a nivel mundial. Ni que decir de esta espumante delicia, más que la única forma de superar esta degustación, sería una cena en el viñedo mismo.