Recientemente, Quintonil cumplió 7 años, y el equipo de esta premiada cocina lo celebró con una cena especial con Blaine Wetzel (The Willows Inn) y Esben Holmboe Bang (Maaemo) como chefs invitados. Celebraron siete años de ofrecer comida mexicana única, que ha dado la vuelta al mundo a través de listas y reseñas.
Pero así como la fachada del restaurante, que no revela demasiado, detrás del nombre Quintonil sigue existiendo el espíritu acogedor y de familia con el que comenzaron Jorge Vallejo y su esposa Alejandra Flores, hace 7 años.
La pareja se conoció trabajando en Pujol, y eventualmente eligieron a Quintonil como su proyecto de vida. El restaurante inició como algo sencillo: la intención de la cocina era recibir clientes y despedir amigos, como si fueran invitados a comer a una casa (Jorge y Alejandra vivieron en el segundo piso del restaurante durante cinco años, así que literalmente era su casa). Ese mantra aún guía al equipo en cocina, que hoy es una enorme familia en la que predominan los cocineros y cocineras jóvenes.
Es a esta familia a quién Jorge ahora tiene el gozo de transmitir su pasión por la cocina, pero más que eso, lo que implica dedicarse a ella, como cocineros y como humanos.
Ceviche tibio de almeja chocolata con uchuva La pasión de este chef nació desde chico; creció en una casa donde el gusto por la buena comida siempre estuvo presente, desde los abuelos y las comidas familiares, hasta la comida de todos los días. Esa forma, desafortunadamente cada día menos común, de relacionarse a la comida como una forma de convivir y agradar, de hacer bien a quién recibe nuestros platillos, se muestra como nostalgia y añoranza en la carta e ingredientes de Quintonil. Eso sí, sin dejar de lado el sello moderno y creativo que le da Jorge todos los días.
En su trayectoria de siete años, hoy Quintonil ofrece comida mexicana contemporánea que refleja un México moderno. El trabajo en conjunto con productores locales garantiza ingredientes no solo de buena calidad, si no a la medida justa de lo que necesita la carta en cada cambio.
Postre de alcachofa de Jerusalén con buttermilk y chips de manzana y alcachofa. “La cocina de Quintonil soy yo” dice Jorge Vallejo. Si, porque la cocina de Quintonil y cada platillo son creaciones que reflejan sus experiencias como cocinero, como emprendedor, y como mexicano: mexicano que conoce su tierra a través del sinfín de técnicas, platillos e ingredientes que alberga nuestra gastronomía, pero que sabe resumirlos en un solo plato, así como el nombre del restaurante: los quintoniles, una planta de origen sencillo, pero que en su preparación resumen y representan la creatividad e ingenio de la gastronomía de México.
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