En esta ocasión he optado por traeros unas simples sepias pequeñitas congeladas, acompañadas de calabacín rebozado y un tomate crudo troceado.
Ingredientes (2 personas):
1 paquete de sepias pequeñas congeladas (unos 300 g)
1 calabacín
2 tomates
1 huevo
Harina
Aceite de girasol
Sal
Preparación:
Descongelamos las sepias, colocándolas en el frigorífico el día anterior.
Introducimos, a baja temperatura, en la freidora, todas las sepias descongeladas y escurridas.
Confitamos a baja temperatura, hasta que las sepias queden muy tiernas.
Mientras cortamos a rodajas el calabacín y lo rebozamos pasándolo por harina, huevo batido sazonado.
Freímos en abundante aceite de girasol.
Escurrimos el exceso de aceite de las sepias y las repartimos entre dos platos.
Repartimos el calabacín rebozado también entre ambos platos.
Lavamos y troceamos el tomate, colocándolo junto las sepias y el calabacín.
Sazonamos el tomate y servimos.