Las tartas de queso me tientan mucho pero cuando leo los ingredientes me suelo arrepentir porque tienden a ser muy grasas y consistentes y ésta no es que sea light pero queda muy ligera y esponjosa. También es apta para celíacos puesto que no lleva harina.
Aunque en la receta original ponía que sólo se hacía con 3 ingredientes yo añadí alguno más y mi receta quedó así:
Ingredientes para un molde de 20 cms. desmontable:
150 grs. de queso (tipo Philadelphia).
150 grs. de chocolate blanco.
4 huevos.
Unas gotas de esencia de vainilla y ralladura de 1/2 limón.
Se enciende el horno a 180 grados.
Se separan las claras y las yemas, las claras ahora en verano es mejor guardarlas en la nevera.
Se funde el chocolate blanco al microondas o al baño María. Si lo haces al microondas de 30 en 30 segundos para que no se queme.
Se mezcla el queso crema con el chocolate fundido y se remueve para que se integre todo, se añaden las yemas y se integran también. Se añaden unas gotas de esencia de vainilla y la ralladura de limón.
Se montan las claras a punto de nieve y se incorporan con mucho cuidado a la mezcla anterior.
Ponemos un molde desmontable con un papel en el fondo y las paredes untadas con mantequilla.
Se echa con cuidado la mezcla al molde y el molde se mete en una bandeja con paredes altas para poder poner agua caliente y cocerlo al baño María.
Se mete en el horno a 170 grados 15 minutos, a 160 grados 15 minutos más y los últimos 15 minutos con el horno ya apagado.
Se deja enfriar fuera del horno y de la bandeja con agua.
Se desmolda y con cuidado se le quita el papel.
Se espolvorea con azúcar glass y listo!
Cuando la sacas del horno es como un souflé está muy hinchada pero con el tiempo se baja un poco pero no importa porque se queda con una altura normal y una textura superligera.
Bye.
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