Hay veces que no puedes dejar pasar el tren que te llega. Debes cogerlo por que sabes que si no, te arrepentirás. Eso me ha pasado con mi nuevo trabajo, que no podía dejarlo pasar por que era y es, una magnífica oportunidad. Pero como todo, tiene un coste. Cosas de mi día a día que debo dejar aparcadas para que el resto funcione. Y una de esas cosas es el blog. Y aunque me duele, sé que es necesario aparcarlo un tiempo, soltar lastre, adaptarme, coger fuerzas y, espero, volver en un futuro (espero que próximo). He pasado buenísimos ratos gracias al blog, a la maravillosa gente que estuvo y que está en mi vida ( a todos les debo un poco de la magia del blog), a lo aprendido por el camino y solo me queda esperar que la etapa de adaptación pase rápido para volver a hacer lo que me gusta...
Os echaré de menos y aunque entenderé que no estéis a mí vuelta, espero que sigáis por aquí