En casa no se tira nada, en esta ocasión aprovecharemos dos panecillos de bocadillo más duros que una piedra, que andaban dando vueltas por el cajón del pan.
Se trata de las típicas tortitas de ajo y perejil que se suelen hacer con harina y huevo, solo que en esta ocasión sustituimos la harina por pan rallado y las enriquecemos con gambas congeladas.
Ingredientes (4 personas):
2 panecillos de bocadillo muy duros (o 200 g de pan rallado)
100 g de gambas pequeñas congeladas
4 huevos
4 ajos
Perejil fresco
Aceite de girasol
Sal
Preparación:
El día anterior introducimos las gambas en el frigorífico para que se descongelen.
Troceamos el pan y lo introducimos en una picadora eléctrica para moler el pan (también se puede usar pan rallado o rallarlo manualmente).
Si usamos la picadora eléctrica, podemos añadir al pan, los ajos pelados y el perejil troceado, la sal y los huevos para que integre todo la picadora. (también se pueden picar finitos los ajos a mano y picar con el cuchillo el perejil fresco, batir los huevos e integrar manualmente, los huevos, la sal, los ajos y el pan rallado).
Añadimos a la mezcla las gambas descongeladas y mezclamos nuevamente.
Solo resta calentar abundante aceite a fuego medio alto en una sartén (utilizo aceite de girasol en los fritos, puesto que es más barato que el de oliva y se utiliza bastante cantidad de aceite).
Cuando el aceite comience a sacar humo, vamos friendo a tandas la masa.
Para colocar la masa en la sartén utilizo una cuchara sopera bien colmada y voy friendo el contenido de la cuchara en el aceite caliente, dando la vuelta a las tortitas cuando lo veo necesario.
Conforme se van friendo las tortitas las vamos colocando en una fuente con papel de cocina para que escurran el excedente de aceite.
Servir y comer calentitas.
Fuente: este post proviene de Blog de jorbasmar, donde puedes consultar el contenido original.
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