Cuando nos queda un yogur, y por diferentes causas nadie se atreve a acabarlo, lo suyo es realizar un bizcocho, que siempre tiene buena acogida y que en cualquier momento nos da una merienda o desayuno especial.
Ingredientes:
200 grs. de azúcar
125 grs. de yogur de limón
125 grs. de harina
3 huevos
un pellizco de azúcar
16 gr. de impulsor (levadura)
piñones
la piel de un limón
2 cucharadas de aceite de oliva
Primero de todo, ponemos en un bol los huevos con el azúcar y los batimos hasta que montan.
Mientras mezclamos la harina con la levadura y hacemos que se airee todo junto.
Cuando tenemos montados los huevos y el azúcar, añadimos con una espátula el yogur que previamente lo habremos batido.
En este punto incorporamos la harina con la levadura, la piel rallada del limón y las dos cucharadas de aceite.
Preparamos un molde rectangular y volcamos en el toda la mezcla.
Le añadimos un puñado generoso de piñones por encima y el azúcar.
Ponemos el horno a 200º durante 40 minutos aproximadamente.
Como siempre vigilar el color que va tomando y con una aguja comprobar si está bien cocido por el medio.
La sacamos, y en este punto, si lo deseamos podemos añadirle un poquito de anís.
Para servirlo, puede ser tal cual, es decir sin añadir más pero si deseamos darle un toque especial, podemos preparar un poco de nata montada (crema de leche). Un poco de chocolate, en fin. Seguro que se os ocurren un montón de ideas para acompañarlo.