Ey, ¿qué tal? Axel por aquí de nuevo. Después de atiborrearme de “Galletas con chispas de chocolate” regreso con las pilas recargadas al blog. Hace bastante que no escribo aquí y qué mejor manera que hacerlo con una receta de “Bollería casera” ¿A quién no le gusta? Antes de meterme de lleno con eso quiero que sepas en qué estuve empleando este tiempo. Creo que te va a interesar. Estuve centrándome en probar algunas recetas low cost y ricas que le puedan interesar, perfeccionando la idea de ofrecer mi propio curso en vídeo, estrechando vínculos con otros autores/as de blogs influyentes en esta temática, retocando el blog… En fin, con los brazos cruzados no estuve. La idea es seguir enriqueciendo el blog el blog con contenido propio y con el de autores/as invitad@s. Pero bueno, de esto iré hablando poco a poco en el blog. Estate atent@.
Ahora sí, sin enrollarme más, vamos a lo que te interesa. La receta de “Bollería casera”. Cada maestrillo tiene su librillo y yo te voy a contar paso a paso mi forma. Como en las masas que se trabajan con fermentación, lo malo es tener que esperar a que esto ocurra ya que lleva tiempo pero, en ese lapsus, puedes aprovechar y hacer otras cosas y luego continuar con la receta. Vamos con los ingredientes.
Ingredientes:
250 ml de leche entera
100 ml de aceite de girasol
50 gr de azúcar
50 gr de levadura fresca
3 huevos
3 gr de sal
650 gr de harina
Azúcar mojada:
40 gr azúcar
1 cucharada de agua
Elaboración:
¡Es momento de ponerse el delantal y comenzar a preparar nuestra bollería casera ya mismo!
En un cuenco de cristal, añadimos la leche, el aceite de girasol y el azúcar. Revolvemos un poco y calentamos un minuto al microondas. La idea es que la mezcla quede tibia para acelerar el proceso de fermentación.
Retiramos del microondas, añadimos dos huevos y la levadura desmenuzada. Removemos hasta que ésta se deshaga bien.
En el bol de la batidora y con las varillas de amasar, incorporamos la harina y la sal. Ésta es importante que no esté en contacto directo con la levadura para que ésta pueda actuar bien. Por eso, la colocaremos a un lado de la harina. Hacemos un hueco en la harina y agregamos la mezcla líquida del paso anterior y amasamos a baja potencia hasta que la masa esté lisa y homogénea. Si quedara húmeda, añadiremos un poco de harina.
Vamos a empezar con la fermentación. La haremos dos veces. Para la primera, enharinamos ligeramente la superficie de un bol, añadimos un poco de aceite de girasol por encima (esto es opcional aunque yo siempre lo hago para que no se resquebraje la masa), tapamos con un paño y lo dejamos actuar hasta que triplique su volumen. El tiempo dependerá del calor que haga en tu cocina o de la época del año. Por ejemplo, en mi caso, esperé 40 minutos a 21 grados en verano.
Quitamos un poco el aire a la masa y la dividimos en porciones pequeñas y lo más iguales posibles. Boleamos cada trozo. A manera que las terminamos las colocamos en una bandeja con papel de hornear o papel aluminio y las pintamos con huevo batido (esto le dará un color dorado a la elaboración tras su cocción).
Una vez puesto el huevo, preparamos nuestra azúcar mojada. Es una mezcla muy empleada en productos de bollería. Para ello, mezclamos en un recipiente los 40 gr de azúcar con 1 cucharada de agua. La consistencia es a gusto de cada uno. Yo prefiero que quede semilíquida porque se puede distribuir mejor. Otra forma de darle un toque peculiar a esta bollería casera es espolvorear solo azúcar por encima. Esto hará que, tras su horneado, la superficie quede ligeramente crujiente y dulce.
Llegados a este punto, la dejamos fermentar por segunda vez hasta que duplique su volumen. Este paso me gusta hacerlo dentro del horno apagado ya que al tener huevo y otros ingredientes por encima, si le coloco un paño como hice en la primera fermentación, éste se pegará a la masa y estropeará la elaboración al intentar retirarlo. A mí me demoró 20 minutos en duplicar su volumen.
Retiramos la bandeja del horno y lo encendemos a 180º C con calor arriba y abajo. Cuando alcance esta temperatura, cocinamos nuestra bollería durante 20 minutos o hasta que la superficie esté dorada. Retiramos, dejamos enfriar ¡y listo! Bollería casera para todo el mundo.
Esta receta es una excelente alternativa a la bollería industrial, mucho más sana, económica y cunde un montón. Además, puedes hacer otras formas para una presentación distinta como trenzas. También, puedes rellenarlas con lo que más te guste como, por ejemplo, crema pastelera, mermeladas, crema de avellanas, etc.
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Espero que esta receta con más de 900 palabras te haya gustado y la disfrutes haciéndola. La verdad es que me ha llevado tiempo perfeccionarla a mi gusto (y escribirla, otro tanto, jeje). ¿Te gustaría regalarme un Me Gusta, G+ o Tweet? Yo encantado de la vida, jeje. Los botones están debajo de este post ;).
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