Antes que nada, señalar la abundancia de sus platos y menús, y lo asombroso de poder comer muy bien por una muy módica cantidad de precio. Aunque siempre que voy a las ciudades costeras me suelo decantar por los platos de pescado y marisco. Por lo que, como mencióné, no me pude ir de allí si probar antes ese plato pintoresco con carne y otros deliciosos ingredientes como los tiene la Francesinha.
La Francesinha se trata específicamente de un sandwich elevado a la categoría de guiso, ya que en él se mezclan muchísimos sabores. Entre el pan, aunque la receta original puede variar bastante, podremos encontrar jamón curado, linguiça (una especie de butifarra de cerdo curada), chorizo y carne de ternera, todo esto va coronado por un huevo frito y cubierto por una densa y deliciosa capa de queso curado y una salda hecha de cerveza y tomate.
Por si no fuera suficiente, se suele servir con patatas fritas, por lo que mi consejo es ir con hambre y pedirla exclusivamente a la hora de la comida, ya que se trata de un plato muy fuerte (aunque delicioso). Para acompañarla, os recomiendo una botellita de vino verde ya que es muy ligero, fresco, de baja graduación y espumoso, por lo que ayudará considerablemente a la digestión.
Si tenéis la posibilidad de visitar esta maravillosa ciudad, además de probar sus típicas recetas con bacalao, no os perdáis este plato ¡no os dejará indiferente!
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