Muchas de las novedades que se presentan en este tipo de ferias son difíciles de encontrar en cualquier supermercado o mercado y, en la mayoría de los casos, no son usadas más que para la cocina de vanguardia. Aún así, para todo amante de la cocina que se precie, conocerlas siempre es un placer y, en muchos casos, toda una sorpresa.
Lo que más suele llamar la atención en esta feria son los postres, helados y chocolates que se exponen. Unos, por la presentación, como los artesanales de Geltoki; otros, por la combinación exquisita que proponen, como las galletas de Casa Eceiza; y, otros, simplemente porque el chocolate nunca pasa inadvertido, como el de KC Chocolatier.
Para muchos, pensar en conservas es pensar en cocina tradicional. Pero en la cocina de vanguardia no faltan. Unas de las que más llamaron la atención fueron los pétalos de haba, de Aroa. También, de la mano de Salsas Jr, se podían degustar variedades originales de allí y olis y mojos, y descubrimos confituras como el dulce de pimiento de El tío Hilario.
Los embutidos ibéricos inundaban muchos stands. Pero los que centraron la mirada de los visitantes fueron los jamones de sabores de Paquito y las butifarras 'Pecatum', de Noguera. Éstas se presentan en formatos similares a una tableta de turrón y combinadas con otros exquisitos ingredientes, para degustarlas en pequeñas porciones.
De mares y ríos, tampoco faltó lo de mayor calidad. Por supuesto, el mayor representante fue el caviar, donde destacaba el propio del Valle de Arán, de Nacarii. Como auténticas delicias Eris-Mar presentaba las yemas de erizos. Y para los amantes del pescado crudo, Sushita daba a conocer el suhi ¿rápido¿, listo para tomar en cualquier lado. Sin duda, en cocina, se presentan exquisitas novedades cada día.