En Brasil, la palabra tapioca puede referirse a varios productos de la planta de la mandioca (también llamada casava o yuca). Uno de ellos es un simple pan, más parecido a una tortita delgada, que se conoce en portugués como crepe de tapioca. Este tipo de panecillos se elaboran con una fécula en polvo conocida como polvilho doce, o goma, que se extrae de las raíces carnosas de la planta de la mandioca.
Tras rallar y prensar las raíces, se obtiene un líquido de aspecto lechoso que se deja reposar para que los elementos sólidos que contiene se depositen en el fondo. Entonces se escurre el líquido y queda una pasta de fécula que se pone a secar al sol.
La tapioca era un alimento básico de los indígenas brasileños. Posteriormente, los colonos portugueses descubrieron que era un buen sustituto del pan. Sin embargo, no fue sino hasta hace pocos años que la tapioca atrajo la atención de algunos innovadores chefs brasileños, que decidieron convertirla en un plato de moda en los menús de sus restaurantes.
En su afán de agradar a un público más selecto, los chefs crearon versiones nuevas de las crepes tradicionales, dándoles su toque personal. En la actualidad, las de tapioca son muy populares y añaden un encanto especial a la cocina brasileña.