Un total de 5.000 hectáreas de viñedo y una producción que supera los dos millones y medio de kilos de uva son la carta de presentación de estos vinos únicos. De hecho, poseen una enorme tradición, ya que fueron los primeros caldos que empezaron a pagarse más caros por ser más añejos, concretamente en el siglo XVI. Actualmente, los vinos de Rueda más apreciados son los de cosecha.
Aunque pueden acompañar todo tipo de platos, los vinos blancos y rosados de Rueda son perfectos para acompañar mariscos, pescados y arroces. Los más espumosos pueden servir como aperitivo, o bien acompañar a ciertos postres. Los tintos son fundamentales para apreciar los sabores y texturas de la gastronomía castellana.
Un sabor que nace de la tierra
La condiciones climatológicas y orográficas de esta tierra tienen mucho que decir en el cuerpo y el aroma de los vinos de Rueda. La temperatura es fría en invierno, con pocas precitaciones, aunque todas concentradas en otoño, unos rasgos propios del clima continental. Los inviernos largos, las primaveras frías, y veranos luminosos y secos caracterizan las condiciones climatológicas de Rueda, rasgos esenciales para dar forma a la uva que se cultiva en sus tierras.El Duero es el río que alimenta en gran parte los viñedos de la zona. Los suelos son pardos y yermos, con drenaje y bien aireados, condiciones imprescindibles para el desarrollo de buenas viñas, a las que hay que añadir un buen abono y la selección de ejemplares resistentes a la sequía.
Variedades de uva y tipos de vino
El tipo de uva autorizada para elaborar vino de Rueda es la de verdejo, aunque también se utilizan otras variedades como pueden ser la chardonnay, la viura, palomino de Jerez y sauvignon blanc. Dependiendo de la variedad de uva, así encontramos las distintas clases de vino. En el caso de la uva tinta, la más utilizada es la variedad Tempranillo, aunque existen otras también recurrentes como son la merlot, garnacha y cabernet sauvignon. Las normas de cultivo quedan bajo el control del Consejo Regulador del vino de Rueda.Los tipos de vino blanco son el Rueda Superior (mínimo una cantidad uva verdejo al 85 %), Rueda (máximo un 60% de verdejo y el resto de palomino y viura), Rueda Espumoso, elaborado con al menos un 75% de Verdejo, y Rueda Sauvignon, elaborado con uvas de la variedad sauvignon blanc. La mayoría de ellos ofrecen aromas suaves y frescos, algunos más afrutados que otros, con ciertos toques florales.
Los espumosos blancos saben ligeramente afrutados y se producen por el método tradicional, criado en botella e incluyendo una segunda fermentación. Se dividen en brut o brut nature, y secos o semisecos, éstos últimos con menos proporción de uvas verdejo. Además, no podemos olvidarnos de mencionar los Ruedas 'pálido' y 'dorado', ambos pertencientes a los vinos de licor y muy tradicionales.
Los tintos y rosados de Rueda están elaborados con variedades de uva garnacha y merlot.
Receta
Peras al vino de Rueda y azafrán
- 4 peras,
- 300 ml. de vino blanco de Rueda,
- miel,
- limón,
- azafrán.
En un cazo, calentamos un chorro de miel (unos 100 gramos) con unas hebras de azafrán y el vino. Lo dejamos que cueza durante cinco minutos a fuego lento. Pelamos las peras, dejando el rabito, y las untamos con limón para que no se oscurezcan. Las introducimos en el cazo y se deja cocer durante 15 minutos, dándoles riegos constantes. Una vez hechas, se sacan y se deja el almíbar cocer hasta que quede espeso. Luego se usa para cubrir las peras. Se sirve frío acompañado de helado.