Como uno de los propósitos que hemos decidido optar en mi familia par este año ha sido el de mejorar nuestro estilo de vida, por medio de una alimentación más balanceada y saludable. No hemos querido hacer cambios muy drásticos para no sentirnos muy abrumados, la idea ha sido realizar pequeños pasos que representen importantes y constantes mejoras.
Uno de estos cambios ha sido aumentar la cantidad de vegetales en nuestra rutina. Esto implica hacer un esfuerzo por agregar ensaladas en las comidas. No me gusta comer siempre lo mismo y al procurar encontrar opciones logré preparar una ensalada deliciosa que te quiero compartir!
Esta ensalada lleva diferentes texturas, desde el suave aguacate que llega a sentirse como un aderezo hasta la crujiente sensación que brindan los germinados y las semillas. Puedes comer esta ensalada como un plato completo, o complementarse con otros alimentos, en mí caso me encanta agregar una fuente de proteína animal (pollo, atún, etc.).
Es súper verde, así que le quise poner unos tomates cherry orgánicos que tienen tamaños y colores irregulares, lo que los hace más hermosos.
Ingredientes:
Lechuga romana
Culantro orgánico
Alfalfa, trébol, germinados
Aguacate hass
Tomates cherry orgánicos
Palmito
Semillas de girasol
Almendras
Preparación:
Lavas todo
Partes el aguacate en cubos pequeños
Revuelves el aguacate con los germinados
Picas la lechuga y el culantro y lo agregas a la mezcla
Los tomates los puedes colocar enteros o en mitades, dependiendo de su tamaño
Agregas el palmito en rodajas (lo compro enlatado y entero)
Agregas las semillas antes de servir para que no se suavicen
Sal y pimienta al gusto
Como extra podrías aderezar con jugo de limón, vinagre balsámico y/o aceite de oliva. Sin embargo, puedes probarla sin eso, pues el aguacate al mezclarse desde el inicio aporta la textura suave y sabor que complementa.
Fuente: este post proviene de Tacones y Sazones, donde puedes consultar el contenido original.
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